13. Ella es como un cigarro

10.8K 582 112
                                    

Anoche no pude pegar ojo y hoy he hecho un examen pésimo. Estudié muchísimo, y dudo que llegue al aprobado. Todo por culpa de Axel.

Después del incidente del parque, volví sollozando a casa; ni siquiera podía llorar porque Axel venía tras de mí como un guardaespaldas. Él no dijo nada, y yo ni siquiera me volví a mirarle. Supongo que su instinto sobreprotector le obligaba a asegurarse de que yo llegara bien a casa.

Me sequé las lágrimas antes de entrar y saludé rápidamente a mi madre antes de subir corriendo a mi habitación. Me sentía sucia, y la verdad es que un baño de casi una hora, no puedo solucionar eso. Lo cierto es que no sé quién me decepcionó más, si Axel por ser un cabrón aprovechado, o yo misma por ser tan estúpida. Lo peor de todo es que hace unas semanas, que Axel Gallagher me metiera mano, era todo un sueño.

—¿Qué te pasa?

Me vuelvo para ver a la chica de las gafas con quien he entablado una buena amistad, y le doy una sonrisa forzada.

—El examen de historia no me ha ido tan bien como pensaba —respondo con la vista clavada de nuevo en la pantalla de mi móvil. Estaba mirando a ver si había algo nuevo en su perfil, soy una masoquista.

—No parece que sea solo eso —dice con una sonrisa traviesa—. Venga, cuéntame que ha pasado con tu novio.

—No es mi novio; solo es un estúpido que me metió mano en un parque —estallo y maldigo para mis adentros. Mónica abre la boca sorprendida.

—¿El chico de los ojos verdes te ha metido mano? —es gracioso, apenas hace unos días que la conozco, y ya le he contado todo sobre mi obsesión con Axel. Asiento sin entusiasmo—. ¡Pero has cumplido un puto sueño!

—No... Fue... Agh... Yo soñaba con el Axel sereno y buena persona del que estaba enamorada; pero ese Axel ha resultado ser un niñato, pervertido hijo de su pu...

—Hey, hey, hey, calma, fiera —me interrumpe Mónica divertida—. Mira el lado bueno, eso que te llevas. No todas podemos decir que un sexsymbol nos ha metido mano.

Observo con los ojos como platos cómo se encoje de hombros. Pero tiene razón, creo.

—A saber Dios a cuántas les ha metido mano —suspiro.

[ ~ ~ ~ ]

Han pasado cinco días y no sé absolutamente nada de Axel, ni un mensaje, ni una llamada, nada; pero sí ha estado conectado en WhatsApp e Instagram. Lo sé, a veces me paso de masoquista.

Miro una última vez a ver si hay algo nuevo en sus historias, pero nada.

—Como me gustaría ser como vosotros y no tener que preocuparme por estas tonterías... —digo con la vista fija en los patos que chapotean por el estanque. Un patito se para y me mira, no puedo reprimir la sonrisa.

—¡Rebe!

Me vuelvo para ver a Melinda correr hacia mí, habíamos quedado hace un cuarto de hora.

—A buenas horas...

—Perdona, Axel me ha entretenido —se excusa con una ligera sonrisa. Genial, no solo juega conmigo, sino que también hace que Mel me haga esperar.

—Está bien... ¿Has traído eso? —pregunto con cierta ilusión. Es una tontería, pero es el tipo de tontería que me hace feliz.

—Ah, sí —me tiende una bolsa con tres barras de pan. Tomo una y le arranco la punta para tirársela al patito que me ha mirado antes. Él corre a por el pedazo de pan.

—Son tan adorables... —admiro arrancando otro pedacito de pan para lanzarlo cerca de otro pato.

—Ajá...

Soy Más Que Un Juego [✔️] [Gallagher #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora