1 - PRIMERA ECOGRAFÍA

273 16 34
                                    

Todos se alegran mucho al vernos entrar juntos en el comedor. Todos menos Lorie, que está en un rincón enfurruñada. Me acerco a ella preocupada.

—¿Qué te pasa, Lorie? —pregunto agachándome delante de ella —. ¿Estás enfadada por algo?

—¡Pues claro que estoy enfadada! —contesta molesta —. Te estuve esperando ayer para cotillear, pero, en lugar de eso, te fuiste a tener orgasmos con mi hermano.

—LORIE —le grita Nicolae enfadado mientras noto como me voy poniendo colorada —. ¿Se puede saber dónde has aprendido tú eso?

—Lo escuché en la noche de chicas y lo he buscado en internet —responde convencida. Todos nos quedamos alucinados. —Y no me digáis que no sé de que hablo porque se escuchaba bien claro.

El calor de mis mejillas va subiendo cada vez más y más mientras que Drogo parece muy divertido con la situación. ¡No me puedo creer que nos hayan escuchado! ¡Qué vergüenza!

—Escucha, Lorie, yo...

—No me vengas con excusas —me corta cruzando los brazos para demostrar aún más su enfado —. Está claro que todos te importan más que yo.

En estos momentos siento una gran pena por ella. Sé que me considera su única amiga y siempre ha estado a mi lado apoyándome, en cambio yo... Tengo que hacer algo para que se le pase el enfado y creo que tengo la solución.

—Me duele que pienses eso —le indico con calma —, pero creo que tengo algo que hará que se te pase el enfado. —Ella me mira fijamente con sus grandes ojos avellana a la espera de lo que le voy a decir. —¿Te gustaría ser dama de honor en mi boda?

Sus ojos se abren todavía más dando paso a una gran emoción.

—¿En... en serio? ¿Os vais a casar?

—Eso es lo que dice este anillo —respondo mostrándoselo.

—Pero eso es genial —grita lanzándose a mis brazos emocionada. Yo le correspondo. Por lo menos he conseguido hacerle feliz, aunque sé que me va a volver loca.

—Enhorabuena, chicos —dice Camile acercándose a abrazarnos —. Ya era hora de que tuviéramos una buena noticia.

Todos asienten y uno a uno se acercan a felicitarnos. Yo no quepo en mí de la emoción.

—¿Tenéis fecha ya? —pregunta Rose emocionada.

—Todavía no —responde Drogo —. Primero habrá que esperar a ver como evolucionan los bartholitos.

—¿Bartholitos? —inquiere con la ceja levantada —. ¿No tenías un nombre más cursi para ellos?

Todos nos echamos a reír.

—Eso lo veremos después del desayuno —nos indica Ana —. Yo también tengo muchas ganas de verlos.

—Y yo. Y yo. Porfi —añade Lorie emocionada. Todos nos reímos.

Asentimos y comenzamos a desayunar. La verdad es que estaba hambrienta, por lo que no me extraña que mis tripas rugieran de esa manera. Por lo menos parece que mi sed de sangre ha disminuido.

—¿Te encuentras bien? —pregunta Rose intrigada.

—Sí. ¿Por?

—Porque no te has abalanzado sobre la sangre. ¿No será que...? —Me encojo de hombros y ella se ríe. —Vaya. Qué poco has tardado en poner en práctica el tratamiento. —Me río. No puedo ocultarle nada. —Pero ten cuidado y no abuses. ¿De acuerdo?

—De acuerdo —contesto con una sonrisa. Sé de sobras que me tengo que controlar.

Decido entonces poner en práctica una idea que lleva tiempo rondándome por la cabeza.

DC VII: LAS MONTAÑAS DEL DESTINO √Donde viven las historias. Descúbrelo ahora