13 - INFILTRADA

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Pam

—Tome asiento, por favor —me indica el hombre. Yo le hago caso. —Me presentaré. Soy Jacob Roberts, gerente de este Hotel. ¿Y usted es?

—Pamela Huge, policía.

—¿Policía? —pregunta asombrado —. ¿Y qué le ha traído a este lugar?

Cojo aire. Según Drogo, tengo que ajustar mi historia lo más posible a la realidad. La inquisición tiene largos tentáculos y nos les costará averiguar mi pasado.

—Estoy convencida de que existen seres sobrenaturales y, según me han indicado, aquí podría ponerme en contacto con una organización destinada a acabar con ellos.

—¿En serio? —responde sorprendido —. ¿Y cómo ha llegado a esa conclusión? Según tengo entendido, eso no son más que cuentos de viejas.

—He visto muchas cosas —contesto completamente seria —. Estando en la academia, fui testigo de varios extraños asesinatos, gente desangrada y con horribles mordiscos por todo el cuerpo. Nunca me dejaron llegar más allá. Siempre acusaban a una bestia salvaje y cerraban el caso. Eso me frustraba demasiado.

—Hay animales capaces de hacer auténticas barbaridades —comenta tranquilo.

—Sí, pero nunca hasta ese nivel —respondo segura —. El colmo fue cuando llegué a Mistery Spell y dos chicas aparecieron muertas junto al río. Aquellos era... Se habían cebado con ellas. Como ya no estaba en la academia, decidí ir más allá. No me dejaron y me dieron vacaciones forzadas.

—Me parece lógico —me indica —. La policía es un cuerpo serio. Trabaja sobre hechos, no sobre fantasías.

—Totalmente de acuerdo —le secundo —, pero nada demostraba que eso lo hubiera hecho un animal. Investigué por mi cuenta y entonces fue cuando conocí a Loan.

—¿Quién es Loan?

—Un estudiante de la Universidad, jugador de fútbol. Está de baja por una lesión y le conocí por casualidad. Mi compañera de piso es médico y, como estaba aburrida, le acompañé a la visita. Él me abrió los ojos.

—¿Qué le dijo exactamente? —pregunta apoyando los codos en la mesa y entrelazando las manos. Está claro que esto le interesa, por lo que debo ser lo más convincente posible.

—Mientras mi amiga le curaba, yo me senté a leer un libro sobre criaturas sobrenaturales. Eso le llamó la atención. Me preguntó si creía que existían y le dije que sí, pero que me daban miedo. Antes de irnos me pidió que volviera a verle sola y así lo hice. Entonces me habló del mundo sobrenatural y de los horrores que estaban cometiendo. Me contó que formaba parte de una organización llamada la nueva Inquisición y que juntos iban a terminar con todos esos monstruos. Su prioridad era salvar a la humanidad.

—Y usted se creyó las fantasías de un universitario aburrido —concluye de repente —. Ha sido un placer, señorita Huge, pero creo que se ha equivocado de lugar.

Se levanta de la mesa y se dirige a la puerta, pero yo no me muevo ni un ápice. Sé que me está poniendo a prueba.

—¿Puedo hacerle una pregunta señor Roberts?

—Usted dirá —responde intrigado.

—Si lo que dice es cierto y sólo son fantasías de un adolescente, ¿podría explicarme por qué estoy aquí? Es más. ¿Por qué el recepcionista me ha llamado en cuanto ha visto el medallón? —continúo mostrándoselo —. Loan me dijo que lo llevaban todos los miembros de la organización y me ha parecido adivinar una cadena como ésta bajo su camisa. ¿Me equivoco?

DC VII: LAS MONTAÑAS DEL DESTINO √Donde viven las historias. Descúbrelo ahora