DC VII: LAS MONTAÑAS DEL DESTINO √

50 - ESPÍRITU GUARDIÁN

Drogo

—Ese olor... ¿Lo notas?

Me vuelvo hacia Justin quien me mira preocupado. Concentro todos mis sentidos y entonces me doy cuenta. Hay un fuerte olor a brujas en el aire.

—Será mejor que nos demos prisa. Esto no me gusta nada.

Avanzamos todo lo deprisa que podemos. El poblado de los lobos no está lejos, por lo que no tardamos en llegar. Una vez allí, nos encontramos con una sorprendente estampa. Discutiendo con Alba, Sebastián y Jack, se encuentra Steve. Sonrío. Por fin voy a poder vengarme de ese desgraciado. Tras él, su "séquito", James Jones, Mary Gandalf y la madre y el tío de Cris. Sin pensármelo dos veces, me acerco a ellos.

—¿Algún problema?

Todos se giran al vernos. Sebastián es el primero en hablar.

—Aquí, el supuesto rey, que quiere llevarse a Ana.

Escuchar eso no me sorprende nada. Tiene lógica. El poblado está protegido por un conjuro y sólo los seres de luz pueden acceder a él. Es por eso que han enviado a los brujos.

—¿Qué queréis de ella? —pregunto desafiante volviéndome hacia Steve. Éste sonríe.

—Queremos alejarla de vosotros —contesta convencido —. No es bueno que un ser de luz como ella esté rodeada de vampiros y demonios. Además, vosotros no la necesitáis. Te recuerdo que gozáis de la eternidad.

Se me escapa una risilla. ¿Cómo puede ser tan imbécil?

—¿Quién te crees que eres para decidir sobre ella? —inquiero.

—Soy el rey de las brujas —responde orgulloso. Una carcajada se me escapa.

—¿Tú? ¿Rey? Dime, ¿dónde están el medallón y el libro de las sombras?

—En poder de la usurpadora, pero no te preocupes, pronto los recuperaré.

—Aquí el único usurpador eres tú —contesto golpeando su pecho con el dedo —. No eres mas que un avaricioso que se aprovechó de la debilidad de Cris para hacerse con su puesto. 

—Eso no es lo que opina el resto de la comunidad —responde apartando mi mano.

Una media sonrisa se me escapa mientras observo a su "séquito".

—¿En serio confiáis en él? —pregunto dirigiéndome a ellos —. ¿Pensáis que os puede dirigir y proteger? Pues estáis muy equivocados. Cris es la legítima reina. Ella es la elegida y la que tiene el poder, no este parásito.

—No sabes lo que dices —contesta Marian. Me vuelvo hacia ella sorprendido.

—¿Ah no?

—No. Cris seguiría siendo la reina de no ser por tu culpa. Un vampiro con una bruja... Eso es una aberración.

De nuevo tengo que aguantarme las ganas de reír. Esto ya es demasiado.

—Tú no eres la más indicada para hablar, Marian.

—¿Qué quieres decir? —pregunta intrigada. Eso me sorprende. O finge muy bien, o no sabe nada.

—Quiero decir que Cris sólo ha hecho lo mismo que tú. ¿Acaso ignoras que Mike es un vampiro?

—¡Mientes! —grita enojada —. Sólo dices eso para intentar confundirme.

—¿Ah sí? —le indico mirándole con la ceja levantada —. Dime entonces, ¿de dónde saca todo ese poder? Sabes igual que yo que es imposible que un humano normal llegue a eso.