4 - PRISIONEROS

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Pet

Por fin se ha cansado. ¿Cómo puede ser tan guarra? Me tiene agotado. ¡Y eso que soy vampiro y tengo una resistencia sobrenatural! Pero es que esta tía... Cada vez la odio más.

Sentado en el suelo, miro por la pequeña ventana que hay al fondo y me doy cuenta de que casi se ha hecho de día. Sólo espero que Pam haya sido rápida y haya podido coger suficiente ventaja. Nunca me lo perdonaría si algo malo le pasara.

Debo reconocer que me ha impresionado. No sólo es muy guapa, sino que es muy inteligente y tiene un carácter muy fuerte. Y esa habilidad con la horquilla...

Espero que consiga llegar a la mansión sana y salva. La verdad es que me gustaría volver a verla.

Un fuerte estruendo me sorprende devolviéndome a la realidad. Frente a mí tengo a Dustin y no parece muy contento.

—¿Dónde está? —pregunta de mala manera dándome una patada en la pierna.

—¿A qué te refieres? —respondo como si no supiera nada.

—Lo sabes de sobras. ¿Dónde está la chica?

—¿Qué chica? —La verdad, me cuesta estar tan serio y aguantarme la risa.

—¿Me tomas por idiota? —grita furioso agarrándome del cuello y acercando su cara a la mía —. Te hablo de la chica de la celda de al lado. ¿Cómo ha salido de aquí y a dónde ha ido?

—¿Y cómo quieres que lo sepa? —respondo desafiante —. Tu hermana no me ha soltado en toda la noche. Aunque hubiera habido un terremoto, no me habría enterado. Ni siquiera me había dado cuenta de que no estaba.

Dustin aprieta un poco más mi cuello para, seguidamente, soltarme de mala manera.

—Por tu bien espero que no mientas —me amenaza antes de salir —. Y en cuanto a ella... La encontraremos y que se prepare. Ahora va a saber lo que es sufrir de verdad.

Cuando Dustin abandona la estancia, me llevo la mano a la cabeza totalmente preocupado. Si algo le ocurre, será todo culpa mía. Fui yo quien le animó a huir. Debo hacer algo para ayudarle y debo hacerlo cuanto antes. Por suerte, ya no llevo la pulsera y eso me da ventaja.

Enseguida aparece un hombre de negro y me pide que me ponga de pie. Sé de sobras lo que significa, traslado. Quizás sea el momento de intentar algo.

Coloco mis muñecas por delante y le miro a los ojos. Imposible verlos. Usan gafas de sol negras. Así no hay manera entrar en sus mentes.

Piensa, Pet, piensa. ¿Pero qué digo? No tengo tiempo para eso. En esta situación es mejor actuar sin pensar. Eso les coge de sorpresa seguro.

Levanto los puños con fuerza y le parto la mandíbula. Cae al suelo desmayado. Uno menos.

Salgo de la celda y veo que no hay nadie allí. Seguramente están todos en el camión esperándonos. Creo que aquí lo mejor es salir a toda velocidad, así no les dará tiempo a reaccionar.

Dicho y hecho. Salgo de la cabaña y comienzo a correr en dirección al bosque. Corro y corro hasta que siento un pinchazo en el costado. Creo que me han disparado.

Caigo al suelo incapaz de reaccionar mientras veo como mi sangre comienza a teñir la blanca nieve. Escucho una risa y, con dificultad, vuelvo mi cabeza hacia el lugar del que proviene.

—Dorothy lo va a sentir mucho, pero es mejor así. Uno menos.

Observo completamente atónito como Dustin se aleja dejándome ahí tirado, en medio de la nada.

DC VII: LAS MONTAÑAS DEL DESTINO √Donde viven las historias. Descúbrelo ahora