46 - UNA MÁS EN CASA

110 16 15
                                    

Ágata

Acompaño a Rose al salón donde nos encontramos con Camile y Peter. Éste me presenta a Tiff, su novia y una gran cazadora, por lo que me cuentan.

Camile sale de la estancia y nos sentamos en los sillones. Enseguida aparece Nicolae con los pequeños y me quedo sorprendida al ver a una niña de pelo rosa. Debo reconocer que es una auténtica monada.

—¿Quién es? —pregunto mirando a Rose.

—Es Lorie, la hermana de Drogo.

—¿No me digas que a ti también...?

—¡Alto ahí! —me corta de inmediato —. No es lo mismo. Viktor y yo estábamos de acuerdo desde el principio en tenerla.

—Entiendo —me disculpo avergonzada.

Quiero mucho a Rose y es mi mejor amiga, pero no sé porqué me molesta tanto el que tenga una relación tan perfecta. Es todo lo contrario de la mía. Aún así, me alegro por ella. Se merece todo.

Camile regresa y con ella aparece Justin. Me pongo de pie al verle y corro a darle un abrazo.

—¿Mamá? —pregunta extrañado —. ¿Qué haces aquí?

—Tu madre se va a quedar con nosotros una buena temporada —contesta Rose. Yo le miro molesta.

—Todavía no he aceptado quedarme —le indico —. Te recuerdo que mi plan es marcharme a Europa.

—¿Europa? ¿Qué pasa, mamá? —me reclama Justin intrigado. Yo le sonrío y acaricio su mejilla.

—He dejado a tu padre —respondo en un suspiro. Él me mira alucinado, pero enseguida me dedica una tierna sonrisa.

—Demasiado has tardado —me indica. Eso me hace reír. —Me alegra mucho que hayas tomado esa decisión. Nunca me ha gustado cómo te trataba papá. —Agradezco sus palabras con una sonrisa. —¿Pero Europa? ¿Es que no puedes irte más lejos?

—¿Y dónde voy a ir si no? —contesto con tristeza —. Debo alejarme lo más posible de tu padre. Cuando descubra que me he ido, irá a por mí.

—Y en Europa tardará muy poco en encontrarte —interviene Camile —- ¿Por qué no te quedas aquí? Bajo nuestra protección no se atreverá a hacerte nada y para nosotros será un placer acogerte. 

Suspiro. Sé que tiene razón, pero no quiero abusar de ellos.

Uno a uno les miro a todos y ellos me dedican una tierna sonrisa. Cuando llego a Nicolae, se me encoge el corazón. Su mirada es de súplica. No quiere perderme, igual que yo no quiero perderle a él.

Parece que todos están empeñados en que me quede, por lo que decido darles una oportunidad.

—De acuerdo —acepto derrotada —. Me quedo, pero sólo si me dejáis ayudar. No quiero ser ninguna carga.

—Tú no eres una carga, al contrario. Tus conocimientos nos serán de mucha utilidad —me indica Rose con una gran sonrisa —. Desde ahora puedes considerarte una más en casa.

Justin me coge en brazos y empieza a dar vueltas conmigo por la habitación. Me río ante el gesto tan espontáneo de mi hijo. Parece que le alegra mucho que me vaya a quedar aquí.

—Vale ya, Justin —le reprendo divertida —. A ver si se va a poner celosa tu novia. —Justin me suelta sin dejar de reírse. —Por cierto, ¿dónde está?

—Aprovechando que Cris está mejor, le he enviado con las hadas —responde Camile —. Estaban en muy mal estado y necesitan su ayuda. Esta noche volverá.

DC VII: LAS MONTAÑAS DEL DESTINO √Donde viven las historias. Descúbrelo ahora