55 - IRA DESATADA

106 16 10
                                    

¡Vaya! Otra vez la extraña niebla. ¿Estará intentando comunicarse conmigo de nuevo mi abuela? Seguramente sí. Estoy en el mismo hermoso prado plagado de flores. Enseguida veo su silueta y corro hacia ella.

¿Cómo está mi pequeña reina? pregunta acariciándome el pelo. Yo le sonrío.

Bien, dentro de lo que cabe. Mis bebés están creciendo demasiado rápido, por lo que tengo que hacer reposo contesto un poco fastidiada. Ella se ríe.

Tus bebés son muy poderosos y tienen demasiadas ganas de nacer. Créeme cuando te digo que no permitirán que nada le pase a su madre. 

Asiento un poco intrigada. ¿Qué ha querido decir?

Pero no te he llamado para hablar de eso, aunque me alegra mucho de saber que no los has perdido continúa —. Ven conmigo. Hay alguien con quien tienes que hablar.

Le sigo intrigada. ¿Me ha convocado en sueños para que hable con alguien?¿Quién será? ¿Amanda quizás? Hace mucho tiempo que no se me aparece y casi la echo de menos. No me importaría que fuera ella. 

Avanzamos hasta llegar a un pequeño cobertizo. Me abre la puerta y me indica que pase. Mi sorpresa es mayúscula al encontrarme con mi tío Sam sentado en la mesa.

¿Qué hace él aquí? pregunto furiosa a mi abuela.

Quería hablar contigo y ésta era la única manera de hacerlo sin que nadie lo supiera me explica.

¿Y de qué quiere hablar? ¿De porqué hemos matado a su hijo?

Mi hijo ha tenido lo que se merecía contesta Sam completamente serio —. Siempre supe que no era trigo limpio y después de lo que hizo... Yo mismo debí haber acabado con él cuando mató a mi madre.

No me engañes le reprendo —. Tú le apoyaste y estabas con ellos.

Así es. Y si lo hice fue para evitar que me manipularan la mente como hicieron con tu madre. Era la única manera de poder enterarme de qué iba todo esto de verdad. Por favor, Cris, escúchame. Sólo quiero ayudarte.

El tono de súplica que utiliza me ablanda. Miro a mi abuela, quien asiente sonriente, y suspiro resignada. Si ella cree que es buena idea, tendré que escucharle.

De mala gana, me siento en la mesa y le miro fijamente.

Tú ganas. Te escucho digo en tono firme —, pero eso no significa que vaya a confiar en ti.

Lo entiendo responde con una sonrisa —, pero primero aclárame una cosa. ¿Es cierto que Mike es un vampiro? Asiento y él suspira. Lo sospechaba, pero Marian nunca me quiso escuchar. Para ella siempre fue un hombre normal. No sé cómo puede seguir engañada.

¿Crees que hay alguna manera de devolverle a la realidad? pregunto suplicante.

Si la hay, seguro que tú la encuentras contesta cogiéndome la mano y dedicándome una sonrisa que yo le devuelvo.

DC VII: LAS MONTAÑAS DEL DESTINO √Donde viven las historias. Descúbrelo ahora