De Vuelta a Hogwarts
Fue unos días después que James, Sirius y Peter volvieron a Hogwarts, al igual que el resto de los estudiantes que habían ido a casa durante las navidades. Las vacaciones habían sido tiempo suficiente para que Peter tomara la decisión de dejar ir el tema del hombre lobo -por el momento, al menos -y se reunió con James y Sirius en el compartimiento de siempre como si nada hubiese pasado entre ellos. Compartieron varitas de regaliz pagadas del bolsillo de James, y se retaron unos a otros a comerse las grajeas grises y verdes de as Grajeas de Todos los Sabores de Bertie Bott, riendo y compartiendo historias sobre sus vacaciones.
Peter estaba muy sorprendido por la nueva escoba de Sirius y le pidió sostenerla, corriendo sus dedos por la linda placa que leía el número de modelo en el mango de la escoba. Sirius estaba muy orgulloso y emocionado por poder ir al campo de Quidditch con James alguna vez luego de sus prácticas con el equipo para poder probar su escoba. Jugaron Quidditch cientos de veces durante las vacaciones en el gran terreno vacío detrás de la casa de los Potter. Había sido como volar un rayo comparado con las escobas de la escuela.
-Si hubieses tenido esa escoba en las pruebas, habrías entrado de inmediato al equipo -dijo James la primera vez que la probaron- Tienes que volver a intentar entrar el año que viene. Habrá muchas vacantes una vez que Derek, Bilius y Alex se vayan.
Esas fueron las mismas palabras que usó Peter en el tren a Hogwarts.
-¿Podrías intentar entrar al equipo para el torneo contra Ilvermorny? -preguntó.
-Creo que ya tienes que estar en el equipo de Hogwarts para intentar entrar al equipo del torneo -se lamentó Sirius- Ese es el punto del torneo, ¿no es así? Los mejores de todas las casas tienen que competir contra los mejores de todas sus casas.
-Pero podríamos preguntarle a Derek -sugirió James- Tal vez él acepte pruebas de último momento para el torneo. Digo, somos sus amigos después de todo. O más o menos. Tal vez haga una excepción por ti.
-Tal vez -dijo Sirius, aunque ciertamente lo dudaba. Pero James no estaba dispuesto a rendirse tan fácilmente y persistió en que le preguntaría a Derek la próxima vez que lo vieran.
Llegaron a Hogsmeade y fueron transportados hasta la escuela por los enormes carruajes sin caballo y subieron las escaleras que llevaban hasta la puerta principal. Había una considerable cantidad de ruido y desorden mientras los estudiantes entraban al castillo. Los chicos fueron directamente a la Torre de Gryffindor, aún hablando animadamente sobre sus vacaciones. Bilius Weasley esperaba afuera del agujero del retrato, utilizando un sombrero alto que había recibido en las vacaciones, recibiendo a los estudiantes con la nueva contraseña de la sala común.
-Es Minerva -dijo Bilius en voz baja cuando los tres chicos se aproximaron a él- El primer nombre de McGonagall.
-Entendido. Gracias, amigo -dijo James y entraron por el agujero del retrato.
La sala común estaba repleta de estudiantes encontrándose con sus amigos, reencontrándose luego del tiempo separados, compartiendo anécdotas de sus aventuras durante el verano. Los ojos de Sirius escanearon la sala común en busca de Remus pero no lo vio por ningún lado, así que subió escaleras arriba hasta el dormitorio, seguido de James y Peter. Estaban corriendo tan rápido para encontrar a su amigo que casi chocan de frente contra Derek Bell, quien salía del dormitorio de séptimo año con aspecto triste.
-¡Hey! ¡Derek! -exclamó James, ignorando la tristeza que consumía las facciones de Derek- Sirius tiene una nueva escoba por navidad. ¿Crees que pueda intentar entrar al equipo del torneo?
Derek a penas miró la escoba.
-Sólo los jugadores que ya están en algún equipo podrán hacer las pruebas para el torneo -respondió- Los veo después, ¿vale? Tengo que irme -se hizo paso entre ellos y bajó las escaleras.
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Los Merodeadores: Segundo Año
عشوائيJames Potter, Sirius Black, Remus Lupin y Peter Pettigrew han culminado su primer año en Hogwarts, pero nunca hay momentos tranquilos en la vida de los Merodeadores y su segundo año promete estar cargados de tantas aventuras como el primero. Acompañ...