Los Merodeadores: Segundo Año

La Llegada de Ilvermorny

La Llegada de Ilvermorny

-¡Caray! –susurró James mientras el pequeño punto en el cielo al cual estaba señalando se hacía cada vez más grande y la forma más definida. A penas podía creer lo que veían sus ojos. Tanta era su impresión que tomó a Sirius y siseó- ¡¡Mira eso!!

-¡Lo estoy viendo! –respondió Sirius, tan maravillado como James.

En el cielo, donde hacía unos minutos había la vaga figura de un punto entre las nubes, descendía rápidamente la forma de un autobús Volkswagen azul, haciendo espirales en dirección a los terrenos. Dumbledore se apartó del camino del vehículo al mismo tiempo que éste se enderezaba, descendiendo a unos cuantos metros del suelo. El autobús bajó lentamente hasta que sus ruedas tocaron el suelo y Dumbledore aplaudió con entusiasmo. El sonido de sus palmas chocando una contra la otra era lo único que se podía escuchar además del sonido del motor del pequeño autobús mientras vibraba, y luego se quedó en silencio.

La puerta de atrás del autobús se abrió y un alto y muy delgado hombre salió del auto, usando unas largas túnicas color púrpura, un gorro de lana con una borla plateada que colgaba de un lado. Usaba, además, unos anteojos redondos –Sirius no pudo evitar pensar en John Lennon al ver aquellos anteojos. El hombre era viejo, aunque no tenía barba, pero el cabello que salía en forma de rulos del gorro era tan blanco como la nieve. El hombre se apresuró hacia Dumbledore con una sonrisa en su rostro y extendió su palma, tomando la mano ya extendida de Dumbledore, y sacudiéndola vigorosamente.

-¡Bienvenido a Hogwarts! –dijo Dumbledore felizmente.

-¡Es genial estar aquí al fin! –dijo el hombre, aún sacudiendo la mano de Dumbledore- Pusimos un hechizo extendible en la van pero hay ciertos límites en lo que puedes hacer para hacerla cómoda y estábamos bastante apretados, ¡como sardinas en lata, como dicen! ¡Que bueno que llegamos a Hogwarts! –hablaba con un dialecto muy distinto, uno que parecía pronuncias las "S"s al final de las palabras mucho más suave, o sin pronunciarlas siquiera.

-Tienes razón –le susurró James a Sirius- Es cierto que tienen un ascento extraño.

Sirius asintió.

-Ese es Randy Temple –le susurró Remus a Sirius y James- Es el rector de la escuela, que es como decir el director, supongo.

-¿Y habla así? ¿Así de informal? –preguntó Peter arrugando su nariz, claramente juzgando al hombre por ello.

-Los estadounidenses son mucho más informales que nosotros –dijo Remus- Mi mamá hablaba así cuando se emocionaba –sus ojos miraron a la nada por un momento, luego negó con la cabeza y volvió al presente, al mismo tiempo que el Rector Temple caminaba hacia la línea de profesores que esperaban para saludarlo, comenzando con la profesora McGonagall, quien parecía sorprendida por la brusquedad de la sacudida de mano del señor.

El siguiente en salir del autobús fue un estudiante –un muchacho que llevaba puesta una túnica azul oscuro abierta en el centro, con un par de jeans que estaban rasgados en la rodilla y una simple camiseta blanca debajo de la túnica. Tenía cabello rubio arenoso, notorias pecas sobre su rostro y parecía ser de la edad de Derek Bell. Ese, supuso James, era el capitán del equipo de Ilvermorny. Tal como había sospechado, el chico le ofreció una mano a Dumbledore y anunció:

-Soy Jack Scout, capitán del equipo de Ilvermorny –él también tenía un ascento, pero era muy distinto al de Randy Temple, era más notorio y más nasal.

Los chicos intercambiaron miradas.

-¿Todos hablan direfente? –preguntó James.

-Hay muchos tipos de dialectos en Estados Unidos –respondió Remus.