Sólo si es contigo - Emiliaco

21: Confío en nosotros

Entrada la tarde, Joaquín llegó a la puerta de casa de Emilio muy nervioso, se había esmerado en vestirse bien para agradarle a su suegra, ya la había conocido hace un tiempo, pero nunca la había tratado, mucho menos como suegra. Emilio le abrió la puerta y lo recibió con un cálido abrazo, salió de su casa y cerró la puerta diciéndole a Joaquín que quería caminar un poco. Pasaron un pequeño parque cerca de la su casa y caminaron en silencio.

Emilio: En serio te debo una disculpa, Joaco...

Joaquín: Yo también te debo una disculpa, no debí reaccionar así.

Emilio: Pero no te culpo, debí haber dicho otra cosa, sé que te lastimé.

Joaquín: Creo que el problema fue de los dos, nos agarraron en curva y ninguno de los dos supo cómo manejar las cosas. Pero es importante que hablemos estas cosas, amor.

Emilio: En eso tienes razón, siento me porté terrible contigo, pero Joaco... –lo detuvo y tomó sus manos. –Necesito que entiendas algo...estando contigo siento que volví a nacer, es como si el libro de mi vida por fin estuviera listo para ser escrito, no sé si me explico. Nada de mi pasado puede compararse a quien soy ahora y lo que siento por ti, quiero que nunca olvides eso.

Joaquín: Y nunca lo haré, Emi. Admito que he vivido con miedo gran parte de mi vida, miedo a ser lastimado a no ser suficiente, pero contigo, amor, contigo estoy listo a aventarme sin paracaídas porque sé que tú estarás para atraparte. Confío en ti y en nosotros.

Emilio: Yo también, confío en nosotros. 

Ambos chicos se abrazaron y volvieron a casa de Emilio tomados de la mano. Niurka los recibió eufórica tratando con mucho cariño a Joaquín y en cuanto se sentaron a cenar no pararon de hablar.

Niurka: Nombre, muchacho a ti te tengo que dar las gracias por todo lo que haces por mi Emilio...

Joaquín: No, al contrario, señora, Emi hace más por mí que nadie...

Niurka: Ash, que no soy señora, puedes decirme suegra si quieres o Niurka, mamá Niu, como gustes, menos señora. Y, además, si te tengo que agradecer, desde que mi chico está contigo está más contento y bien portadito, eh. Antes puras fiestas, y salidas y chicas de no sé dónde y...

Emilio: ¡Si, mamá, creo que Joaquín ya te entendió! –dijo alzando mucho la voz avengonzado.

Joaquín: Chicas, ¿eh? –dijo en voz baja mirando a Emilio. Este le sonrió a modo de disculpa y bajo la mirada sonriendo apenado. 

Niurka: Pero míralo ahora, muy bien portado, preocupado por lo pudieras pensar de él. Déjame decirte que es un buen niño, es medio cavernícola, pero buen chico, y soy feliz que encontrara a un chico increíble como tú.

Joaquín: La verdad soy muy afortunado, no pensé que estaría aquí sentado con ustedes y me siento contento. Sé que lo de escondernos hará las cosas complicadas, pero confío en nosotros porque, Emi también me hace una mejor persona. –tomó su mano y ambos sonrieron.

Niurka: ¡¿Cómo que esconderse?! –ambos chicos se sorprendieron de la reacción de la madre de Emilio. –Ustedes no tienen por qué esconderse, muchachos.

Emilio: Ma...ya lo decidimos...junto a mi padre.

Joaquín: Y mi madre...

Niurka: Emilio, ¿tu padre me dijo que se escondieran? –vio a su hijo asentir –No puede ser, Juan me va a oír. Hacerles esto a mis hijos, no lo voy a tolerar.

Emilio: Madre, ya relájate. Joaquín y yo no estamos muy contentos, pero lo aceptamos. Creo que es bueno fortalecer nuestra relación antes de salir a las cámaras.

Niurka cada vez se sorprendía de la madurez de su hijo y ahora de la de Joaquín, entendía porque se habían enamorado a pesar de las chaquetas mentales que ambos chicos pudieran tener. Se tranquilizó y recalcó que ella los apoyaría sin importarle nada. Al caer la noche, Emilio llevó a Joaquín a su casa y se despidió con un tierno beso. Emilio regresó con muchos pensamientos en su cabeza, había tenido su primera pelea con su solecito, pero lo habían resuelto, sintió que no había nada que fuera más fuerte que su amor y deseaba que siempre fuera así y que no existiera nada que pudiera separarlos.

Próximo: Yo tenía que estar contigo.