Emilio llegó a su casa, con demasiada pesadez, al terminar de grabar preguntó por Joaquín, pero él se había ido sin despedirse, nunca lo había hecho. Se sentía muy triste, por haber lastimado a Joaquín y a María por su confusión. También se sentía mal por haber terminado con María, era una buena chica y no se lo merecía, por tener miedo de hablar con Joaquín, por lo que se vendría después. Cenó con su hermana y su madre, no les comentó que había terminado con María ni tampoco que se sentía atraído por su coestrella. Sólo comió para después subir a su habitación; se recostó en la cama y cerró los ojos.
Emilio: Mañana será otro día, por hoy sólo quiero regresar a esa habitación blanca...
Joaquín trataba de no mostrarse triste frente a su mamá, había sido un día que le había dolido mucho. Se había levantado con la esperanza de hablar con Emilio, tratar de arreglar lo que había sucedido en su coche, en lugar de eso, Emilio llegó con su novia, abrazándola frente a todos, claro, porque él no es gay. Le costaba recordar esa idea. Para Joaquín no había dudas, estaba enamorado de su compañero de trabajo, amaba escuchar decir cosas tan lindas y dulces como Aris, pero él sólo le hablaba a Temo, no a él. Resulta que no existía nadie que le dijera palabras de amor a Joaquín... o esa era lo que él pensaba.
Llegó a su casa a bañarse y a comer. Se recostó en su habitación con su celular y sus audífonos, para poner la lista de reproducción de "EMI", quería desaparecer del mundo, irse a otro dónde el chico de chinos pudiera corresponderlo. Estaba comenzando a quedarse dormido cuando escuchó a su mamá entrar a su habitación.
Sra. Elizabeth: Hijo, te buscan abajo en la sala. Baja por favor.
Joaquín: Voy, mamá. –se levantó apresurado y se cambió la playera, seguro era Emilio para poder hablar, quizás ya le tenía las respuestas que esperaba. Bajó las escaleras y vio a un chico rizado sentado en su sofá, tenía la piel oscura y usaba unos lentes azul oscuro. Su amigo Miguel sonrió en cuanto lo vio. Se levantó y Joaquín se dio cuenta de lo mucho que había crecido, de repente se sintió muy pequeño.
Joaquín: Miguel, pensé que te vería hasta mañana.
Miguel: Vengo llegando y la verdad, no podía esperar, quise darte la sorpresa –se acercó para abrazarlo, se sentía muy feliz de verlo. –Joaco, ¿te encogiste?
Joaquín: Jaja, chistoso, pues no todos tenemos acceso a esteroides, ya bájale Mike.
Miguel: Quisieras, ¿cómo estás?
Joaquín: Bien, todo tranquilo.
Miguel: ¿Seguro?
Joaquín: Sólo fue un día difícil. ¿Quieres salir a caminar?
Joaquín le avisó a su mamá que saldrían a caminar un rato. Caminaron hacía un parque y comenzaron a platicar de todo, lo que les había pasado en los últimos años, sus sueños, aspiraciones, decepciones. Joaquín quería hablarle de Emilio, lo necesitaba, pero no quería arruinar la felicidad de ver a su amigo. Platicaban de la novela, de los proyectos siguientes y de los gustos que habían cambiado en ambos.
Miguel: No puedo creer que en serio te guste Dua Lipa. –dijo riéndose.
Joaquín: Se te queda clavada una vez que la escuchas. –Quizás se refería al chico que lo hizo descubrirla.
Miguel: Joaco, en serio me siento muy orgulloso de todo lo que has logrado. La historia de la novela está increíble, y tu compañero, Aris, es muy guapo. Con razón no te pesa hacer tu trabajo...
Joaquín: Si, Emilio. Pero ni te hagas ilusiones, no es gay. –dijo molesto.
Miguel: Si, si vi que tiene novia.
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Sólo si es contigo - Emiliaco
Fiksi PenggemarLa historia de los jóvenes actores, Emilio Osorio y Joaquín Bondoni. Protagonizando una historia que marcará la historia de la televisión mexicana, descubrirán su identidad y sus propios sentimientos, enredándose en un amor fuerte e inocente. ¿Podrá...