16. Déjate llevar.

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Capítulo 16.

"Your smile, and the sound of your voice
And the way you see through me
Got a feeling, you give me no choice
But it means a lot to me"

Abril, 1987.
Sunset Boulevard, Los Ángeles.

Tommy miraba hacia el techo, ya estaba cabeceando, se estaba muriendo de sueño y sabía que debía irse de la habitación de Aubrey lo más pronto posible.
Se levantó con cuidado sin hacer un solo ruido para que la menor no se despertara y caminó de puntitas lentamente hasta salir de allí.
Al salir de su cuarto, fue corriendo hacia la habitación de Nikki como alma que llevaba el diablo. Abrió la puerta con fuerza y entró, se encontró a su mejor amigo en bóxers, estaba a punto de cambiarse de ropa, Nikki lo miró molesto.

—Te conozco el pene desde aquella orgía que tuvimos con Vince, no me mates —rodó los ojos con indignación.

—¿Qué quieres? —preguntó en medio de un bufido.

—¡La masturbé e hice que se viniera, por primera vez! —exclamó Tommy con cierto entusiasmo.

—No te creo —lo miró con seriedad.

—¡Oigan! —dijo el rubio entrando a la habitación—. Bajen un poco la voz, Mick está durmiendo con Emi, además de que Sharise también duerme.

—Lo lamento —susurró Tommy con una enorme sonrisa—. Es que, no puedo evitarlo, estoy feliz —sonrió ampliamente.

—¿Qué pasó?

—La masturbé.

—O sea, ¿ya follaron? —preguntó Vince elevando una ceja. Nikki lo miró esperando una respuesta. Tommy hizo una pequeña mueca.

—No, no lo hemos hecho —rodó los ojos—; ella es demasiado difícil, no puedo follármela así tan fácil, tengo que ganar su confianza.

—¿Ganar su confianza? —preguntó con ironía Nikki—. T-Bone la acabas de masturbar, ¿eso no es ganar confianza?

—Eso iba a decir —Vince sonrió fingidamente.

—Ella es una chiquilla que está loca, ¿está bien? La toco y se aparta, a veces quiere, a veces no quiere, es difícil.

—Supongo que es poco a poco.

A la mañana siguiente, como siempre, Aubrey se preparó para ir al colegio. Ella se había dado cuenta que había una ruta donde un autobús escolar pasaba y recogía a sus alumnos, ella solicitó el transporte para evitar pedirle a Tommy todos los días que la llevara.

—¿Qué tal el fin de semana, Di? —le preguntó la pelinegra sentándose al lado de su amiga.

—Un poco aburrido, mi hermano sigue con esa tonta idea de querer armar mini-cohetes y lanzarlos, vuelve locos a los vecinos —rodó los ojos la castaña—. ¿Qué tal tu fin de semana?

—Pues, nada interesante —le sonrió desinteresada.

—¿Hiciste la tarea de álgebra? —preguntó al ver como el profesor entraba al salón.

—Sí, la hice —sonrió con satisfacción.
Aunque no tenía idea de cómo diablos había podido hacerla después de ese pequeño fin de semana.

𝐋𝐮𝐫𝐤 ━ Tommy LeeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora