𝐋𝐮𝐫𝐤 ━ Tommy Lee

30. Anxiety.

Capítulo 30.

"Be my friend, hold me
Wrap me up, enfold me
I am small and needy"

Su mirada estaba perdida, no lograba concentrarse en la stripper con poca ropa que bailaba alrededor del tubo sensualmente para él. No se sentía lleno, no lo llenaba absolutamente nada más, ni siquiera la heroína, pero lo extraño es que la necesitaba profundamente.

Tenía una stripper al frente de él con cabello corto y rubio que le sonría de una manera provocativa, sus ojos cafés lo miraban casi que devorándoselo, su cuerpo era increíble, él no podría negarlo. Tenía unas piernas morenas trabajadas y sus caderas afiladas que se escurrían en el tubo, probablemente esa mujer lo hubiera dejado como loco, pero él no estaba bien. No quería y no tenía ganas de llevársela a algún lugar solo para satisfacer su hombría por un par de horas.

—¿Te gusta lo que ves? —preguntó la rubia para después acercarse a él y empezar a bailarle.

—Eh, sí —respondió sin decir mucho.

La mujer prosiguió con sus movimientos. Ella acercó su rostro al del bajista y en cuanto iba a besarlo, Nikki colocó su mano en la cintura de la mujer, ella sintió que él le correspondería y que la haría ahí mismo suya pero, se sorprendió en cuanto él la hizo a un lado, se levantó y salió casi que corriendo del lugar.

Al salir de strip club, corrió a su motocicleta, la encendió lo más rápido que pudo y salió casi que volando del lugar. Su corazón latía con fuerza y con desesperación. Pero no podría aguantarlo más, tenía que saber de ella lo más pronto posible y se sintió como un imbécil por haberla dejado sola durante casi dos días.

Sólo él sabía dónde estaba y sabía que era tardísimo para aparecerse por el motel y preguntar cómo se encontraba, pero estaba desesperado y no podría soportarlo más.
El bajista se brincó varios semáforos y le llamó la atención que ningún policía estúpido fuese detrás de él para hacerle una multa.

Al llegar al motel, entró corriendo y por suerte parecía que el personal de allí no estaba, entonces aprovechó para ir a la habitación de ella sigilosamente.
Tocó la puerta tres veces con suavidad, tratando de no ser tan agresivo esperando que ella abriera pero, no abrió.
Nikki esperó unos segundos antes de tocar de nuevo, tal vez estaba dormida.
Se agachó y miró por debajo de la puerta, la luz estaba encendida.

—¿Se habrá quedado dormida? —pensó en voz alta.

Se levantó del suelo y volvió a tocar la puerta con más fuerza. Seguía sin responder y ahora él temía que no fuera que estuviera "dormida". Él tocó unas tres veces más con fuerza.

—¡Aubrey! —exclamó por una rendija que tenía la puerta de la habitación—. ¡Anne! —tocó de nuevo con fuerza casi que volviéndose loco.

Nikki se hizo hacia atrás, miró alrededor de él y miró cuanto espacio tenía. Iba a derribar la puerta y le importaba un comino si se la cobraban.

El pelinegro se hizo hacia atrás y corrió en cuanto levantó el pie para patear con fuerza, pero ahí mismo la puerta se abrió un poco y se detuvo a tiempo.

—Hola, Nikki —habló por detrás de la puerta.

—Mocosa, casi me provocas un infarto... No respondes y casi tiro la maldita puerta —bufó.

—Disculpa Nikki, no suelo tener visitas a las dos de la mañana —dijo muy por lo bajo.

—¿Estabas dormida?

—Ajá.

—¿Te enfermaste? Te escucho ronca.

—Es mi voz de hombre cuando despierto —rió fingidamente tratando de sonar convincente.