𝐋𝐮𝐫𝐤 ━ Tommy Lee

35. Boy I want you.

Capítulo 35.

"You deserve more"

Cerró la puerta de su habitación dando un portazo para después ponerle seguro a la puerta. Su respiración estaba agitada y su corazón latía a mil. Se sintió angustiada en ese momento, su mente todavía no era capaz de comprender lo que había pasado minutos atrás. Escuchó los pasos de alguien acercarse y seguidamente unos suaves toques en la puerta.

—¿Q-qui-én e-es? —tartamudeó con torpeza y luego se aclaró la garganta—. Digo, ¿sí?

—Oye, abre —pidió una voz que no esperaba escuchar—. ¿Podrías?

—Estoy intentando terminar una tarea, Thomas —habló con firmeza a la vez inventando una excusa para no abrir—. No tengo tiempo ahora.

—Por favor —dijo en medio de un susurro.

¿Y si él los había visto? Ella trataba de mostrarse indiferente pero temía que él se hubiese dado cuenta. Ella se mordió los labios y de mala manera abrió la puerta de su habitación esperando encontrar a un Tommy molesto sin embargo, se sorprendió al encontrarse al baterista al frente de su puerta extendiéndole una rosa con su mano. Tommy se mostraba avergonzado y con cierta tristeza en sus ojos. Aubrey se sintió culpable al verlo a los ojos, supo que no había visto nada y dejó su lado molesto para regalarle una pequeña sonrisa al mayor.

—¿Qué sucede? —frunció el ceño observando los pétalos de la hermosa rosa que Tommy sostenía en la mano.

—Para esto, soy un asco —se rascó la cabeza con nerviosismo—. Y-yo, bueno... Yo deseo estar contigo de todas las formas en las que se puede estar con una persona —le confesó.

—Tommy —

—¡No, espera! —la interrumpió—. Todas las chicas con las que he estado y créeme han sido un montón —sonrió orgulloso. Aubrey lo miró con enojo—. No, no te enojes, aún no termino.

—No quiero saber de ellas —dijo molesta cruzándose de brazos.

—Sé que no, pero es algo que debo decirte.

—Dilo —bufó.

—He estado con muchas mujeres y nunca me ha costado llevarme alguna a la cama como me ha costado contigo —Aubrey abrió los ojos de par en par—. ¡No, no quise decir eso, mierda!

—¿Es para mí? —preguntó levantando las cejas y señalando la rosa.

—Sí lo es, pero no quería dártela de esta forma, es jodidamente patético.

—¿Crees que darme una rosa es patético? —le preguntó mostrando seriedad.

—No, no, no, no, no... Eso no fue lo que quise decir —negó rotundamente.

—Llévatela contigo, Lee —le dijo para después cerrar la puerta con fuerza.

—¡No, nena! —exclamó—. Lo que quise decir es que jamás me había tocado intentar conquistar a una mujer como tú. Generalmente me acercaba a una mujer y ellas simplemente querían estar conmigo... Contigo ha sido diferente, has sacado mi lado romántico cuando yo mismo sabía que era un hombre solitario pero hambriento y deseoso de dar y recibir amor... Y tú has estado dándome ese amor, me lo has demostrado.

Tommy esperó a que ella abriera la puerta o a que respondiera, pero no lo hizo.

—Todo esto se me dificulta, Aubrey —habló de nuevo—. Se me dificulta un poco el mostrar mis sentimientos cuando llevo años sin mostrarle nada a ninguna mujer.