𝐋𝐮𝐫𝐤 ━ Tommy Lee

40. The game.

Capítulo 39.

"My little girl"

Habían pasado varios meses después desde que Tommy y Aubrey hablaron sobre el pequeño "experimento". Eso había sido todo, no llegó a más y no le confesó lo que en realidad había planeado con los demás muchachos. Tommy de vez en cuando tenía pesadillas respecto a lo que había planeado, sin embargo, había quedado con los demás no abrir la boca. El dinero se había perdido, el baterista no había querido recibir ni un solo centavo, los demás no quisieron tampoco pagarle porque se habían percatado de lo crueles que habían llegado a ser. Aubrey era parte de la pequeña familia de ellos y ahora estaban tan acostumbrados a ella que ninguno estaba listo para perder su amistad y mucho menos su amor.
Mick seguía sin saber absolutamente nada y los demás creyeron que así sería mejor.
El álbum "Girls, Girls, Girls" había sido un éxito, pero lo que nadie sabía es que en realidad varias canciones habían sido escritas para la hija de Mick Mars. Cada noche Mick salía a tocar la guitarra sin saber que esas canciones perversas iban dirigidas a su hija.

Era el verano de 1988 y la banda ya trabajaba en lo que sería su quinto álbum. Se podría decir que todo estaba en la completa normalidad. Aubrey estaba en una relación con Tommy Lee y se llevaba muy bien con los demás miembros. Tommy cada día se daba cuenta que lo que sentía por la menor era en serio y no se trataba de alguna ilusión como las que había tenido antes con sus otras novias.

Sharise a pesar de saber toda la verdad, se había quedado callada... Pensaba que no debía actuar ya que, Aubrey estaba completamente feliz al lado del baterista y ¿quién era ella para arruinarle la felicidad? Toda su vida había sido desdichada y había pasado traumada, ya no quería que tuviera lo peor, quería que fuera feliz.

Nikki había olvidado lo que había llegado a sentir por ella, había aceptado que ahora ella era feliz con otra persona que no fuera él y estaba bien para él.

Mick mantenía una relación con Emi Canyn y estaba feliz con ella.

—No, no, no... Amigo, ¿qué carajo? —dijo Nikki escuchando como Vince cantaba—. No se escucha bien, tienes que alargar más las palabras.

—¡No puedo cantar si estás todo el tiempo criticándome, Nikki! —respondió de mala gana el rubio.

—¿Pueden dejar sus diferencias y podríamos seguir? —Mick rodó los ojos.

—¿Entonces, qué? —habló Vince ignorando el regaño de Vince—. ¿Quieres cantar tus canciones, Nikki? —le dijo Vince molesto.

—Sabes que yo no canto —le habló enojo.

—¡Entonces, para qué hablas! —exclamó furioso—. ¡Yo soy el cantante, tú solo eres el bajista compositor!

—¡Son mis canciones! —vociferó Nikki.

—¡Oigan, ya basta! —gritó el baterista—. Mejor toquemos otra canción.

—Las otras canciones están adentro del estudio de grabación, tendría que ir por ellas —respondió Nikki todavía enojado.

—Iré yo —les dijo Mick harto de la situación.

—¿Seguro? —preguntó Vince.

—Sí, ya estoy cansado de ustedes, adolescentes —resopló el mayor de todos—. ¿Dónde las guardas?

—En un folder beige, pero hay dos folders en el estudio de grabación. Tienes que tomar el que dice "canciones", no el que dice "canciones viejas" —soltó una pequeña risa—. El folder de las canciones viejas son las peores, las escribí cuando tenía quince años.