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Cuchillos en mi corazón.

Esta semana pude presenciar a la novia de Jungkook muy alegre sosteniendo su brazo jurandole le amor a cada paso que daba. Algún día seré yo ella y no dejaré a Jeon.

Mi padre me dijo que hoy vendría de regreso sus hijos que era un niño de ocho años y una niña de seis. No soy muy paciente con los mocosos pero espero que lleve bien con ellos.

Espere en la entrada de la casa junto al señor Kang muy alegre por ver a sus bestias digo hijos, claro, porque hermanos míos no son. No pude salir de casa ya que el señor que se llama mi padre dice que por cortesía debíamos esperar a los demás miembros de la familia.

La puerta se abrió y dos niños corrieron para abrazar a mi padre. Mordí mi lengua, debo llamarlo así, los niños ni siquieran me vieron.

— Y está ¿quién es?—dijo la niña con asco.

Al fin se dieron cuenta de mi presencia.

Está es quién podría matarte de un tiro o si llegas a mis manos en una operación de gran riesgo no te pondría anestesia para que sientas la mierda de dolor que siente un paciente al cortar su piel con el bisturí.

Tranquilizate, ___, solo es una niño.

— Nueva sirvienta—dijo el niño con cara de orto.

Lo fulmine con la mirada, pero si no fueras hijo de mi padre hace rato estarías en la tierra bien al fondo.

Ten piedad.

—Soy tu hermana—dije con una sonrisa de malvada.

Te haré mierda mientras vivas conmigo.

Los niños me miraron con sus ojos completamente abiertos por la sorpresa.

—No es cierto—dijo el niño con asco en su rostro.

—Lo es—dijo mi padre con una sonrisa.

—Hola,  ___—dijo la mujer que estaba detrás de los niños.

—Buenas noches, señora—salude sin expresión.

—Puedes llamarme, mamá—su sonrisa era más falsa.

—Madre solo tengo una, disculpe—fui sincera.

—Ya está lista la cena—dijo mi padre para evitar que halla una guerra a golpes de palabras.

Todos caminamos hasta la mesa y nos sentamos en nuestros respectivos asientos. No podía creer que sean tan atorrantes estos mocosos sin gracia.

Agradecimos por la comida antes de comer, odio algunas costumbres de Corea, tengo mucho interes en conocer a mi padre, quiero saber qué le gusta, qué suele hacer en sus tiempos libres, qué odia, y muchas preguntas más.

Era una ensalada con pollo semicrudo, prefiero comer comida chatarra que comer un pollo casi vivo vivito. Neta oséa no. Asco de pollo prefiero comer pollo frito del que cocina Jin junto a su mamá.

Mi padre recibió una llamada y salió un rato a conversar al patio. Mire de reojo a mi madrastra y sus bestias que se daban miradas.

Ahora qué estarán planeando.

—¡AHHH!—grito la niña.

Yo estaba a punto de masticar el pollito y la mocosa vertió su jugo sobre su falda. Estaba en shock.
Mi padre corrió hasta el comedor para ver que estaba sucediendo.

—¿Qué te paso, Jennie?—mi padre estaba molesto.

—¡Ella!—me señalo—tiro mi jugo sobre mi falda ¡papá, dile algo!

Mire a los ojos de mi padre por la sorpresa de que me culparan. Chiquita y zorra.

—¡Es tu hermana!—me grito.

—Que mala eres—dijo el niño.

—Querido, perdonala—dijo mi madrastra.

Pinche vieja.

—Lo entiendo—mastique con asco el pollo—en esta casa la gente suele tirarse las cosas encima y así culpar a quien tienen cerca—mire a mi padre—parece que no les agrado a tu familia, querido padre.

Todo se puso incómodo y supo que fue todo actuado.

—Lo siento, hija, creo que tienes razón ya que ellos no están agusto con que vengas a vivir aquí.

Soy un estorbo.

—Esta bien por ahora me iré a dormir y gracias por la comida—sonreí.

Me puse de pie y camine hacia las escaleras para llegar a mi habitación. Gire de la perilla e ingrese con una sonrisa macabraba en mis labios.

—Despertaron a mi diablo interior.

Pienso que debería comprar gasolina y prender la habitación de la tonta de Jennie. Mañana tendría un día de perros ya que tendríamos que ir al laboratorio para hacer exámenes.
No entiendo que le vio a esa señora mi padre, sí esta toda fea, nunca conocí a mi madre pero sé que es muy bella porque su hija salió toda una princesa. En cambio, la madrastra saco a sus hijos con cara de los cells juniors.

Me bañe y cepille mis dientes con lentitud, y señale el espejo que tenía mi reflejo.

—¿Quién es la más bella?—reí—Sí, tú.

Mire mi cama y me tire como un saco de arena.

Mañana tendría que mirar a Hyomin junto a su lindo novio, suertuda.

¡Olvidalo! Es Jeon además Tae está más bueno.