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37

— Y esa rosa—dije al ver a Jeon ingresar a clases temprano.

— Siempre vengo antes que todos.

— No lo sabía—mire mi reloj.

Chale eran las siete en punto.

—Tu cara esta fea—dije al ver su rostro decaído.

—Termine con Hyomin—dijo con tristeza.

Deje de ver mi libro para tomarle atención.

—¿Y?

—Mi madre no la quiere.

—Para toda madre sus hijos son su todo—jamás sentí eso.

—Ella era perfecta para mí.

Puto y me lo dice a mí.

—Hay muchas chicas y mueres por una—aquí estoy yo.

—Pero yo la quiero a ella.

—Necio—reí y salí de clases para ir a la terraza.

Me sente en la banca y sentí como Jungkook se sentó a mi lado.

—Entonces la quieres mucho—mire el cielo—Debes concerla mucho.

—Sí, muchos años.

—¿Qué se siente saber que sabes que soy __?

—Nada, creo que antes mucho ahora no.

Reí con incomodidad.

—Conozco este juego—hable y mire sus ojos—Te parece olvidarnos de todo... yo te olvide inconscientemente.

—Y qué habría de bueno hacer eso.

—Me alegra saber que nunca fuimos algo—sonreí—deberías ser un recuerdo que jamás debería aparecer.

Es un estúpido.

—Los hombres sin sentimientos son quienes pierden todo—confesé—en todo ese tiempo me juré que te amaba pero al parecer lo decía para no querer recordar que amo a otro.

En realidad amo a Taehyung.

—¿Me querías?—Jeon me miraba con una expresión fría.

No pude evitar llorar.

—Te odio—pronuncié sin dudarlo.

Me pare de la banca con la intesión de irme pero el sostuvo mi brazo.

—¿Realmente me querías?—su voz era tan fría.

Tire de su brazo con fuerza.

—No siento nada por ti, no más, no sentire nada por ti—gire para ver su rostro—lo hubiera dado todo para ser la persona que más quisieras...todo.

—¿Te estás despidiendo?—dijo sin darle importancia al asunto.

—No puedo huir de todos—reí—Cuido de alguien que necesita de mí.

Tú necesitas de mí, Jeon.

Mentí de nuevo.

Salí corriendo de allí. Tome mi mochila y me escondí en una cafetería cerca de la universidad.

Sé que no habrá alguien igual a ti. Me odio por no poder arrancar de mí. Me odio por considerarte mi vida.

Me fui a mi casa para poder estar tranquila aunque sea por unos segundos. La esposa de mi padre estaba en la sala, pase de largo hasta mi habitación y me interne en mi cama.

Lloré con toda mi alma.

—Así es llorar por alguien, odio éste sentimiento—hable en voz baja.

Por ti estoy así de jodida.

Quería darte una oportunidad para remediarlo todo y a ti no te importo. Y me sacaste en cara que ella era mejor que yo.

Tal vez lo sea. Tal vez no.

Puedo cambiar y ya no amaré. Lo sé. Aún que me vea herida saldré de esta y sonreiré para todos.

No quiero ver a otro hombre frente a mi, yo sólo quiero verte a frente a mi.
De nuevo. Me gustaría que sostuvieras mis manos y pronuncies mi nombre con suavidad.

Incluso si tengo los ojos cerrados te veo a ti.

No quiero reemplazarte por otro.
Sin embargo, tú me reemplazte.

No, nunca lo hiciste, nunca me consideraste una parte de ti.

No sentimos lo mismo. No somos él uno para él otro.

Lo lamento tanto.