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29

— ¡No!—grito Jun negandome—Debemos quedarnos hasta que todo este seguro.
— ¡Y! ¡Mis amigos están en peligro!—agarre sus manos para suplicarle—Y-yo quiero ayudarles.

Rompí en llanto.

Esta mañana escuche la llamada que tenía mi tío con Jun, escuche que Jin y Yoongi estaban secuestrados por Jinkyo. Estoy asustada en realidad no sabía si ellos estaban bien o no me imagino algo peor.

—Solo los rescataremos y ya—suplique por segunda vez.

—No, mi deber es cuidarla.

Sabía que no cambiaría de decisión y mi rostro cambio a uno frío sin expresión.

—No quiero verte—gire para agarrar mi chaqueta de cuero—Estás despedido despúes de todo fui yo quien te contrato.

Pude ver que Jun quería decir algo pero me apresure a salir.

Corrí por las calles de Los Ángeles no sabía por donde estaba, camine por callejones oscuros con poco luz, apresure el paso intentando salir de ese horrible lugar.

—Oye, bonita, ¿quieres salir conmigo?—dijo un hombre con tatuajes en sus brazos.

Retrocedí un poco al ver que se acercaba.

—¡Déjala!—grito un señor que recién había aparecido.

—¿Señor Kim?—hable mientras miraba su rostro con dificultad por la luz.

—¡Eureka! ¿Qué hace por aquí?—pregunto.

—Me escape, señor Kim, por favor ayudeme a ir para Corea—suplique con mi cara triste.

—¿Qué paso?—me pregunto preocupado.

—Mi amigo Kim SeokJin y Min Yoongi fueron se cuestrados por Jinkyo, no quiero que les haga daño ayudeme a salvarlos.

—Kim SeokJin—pronunció con dificultad.

—¡Por favor!—me arrodille y hice una reverencia—Yo le salve la vida y ahora salve la mía.

—Te ayudaré—dijo seguro—Jinkyo acaba de meterse con los Kim.

No entendí a que se refería.

—Muchas gracias—agradecí con un abrazo.

—Debo salvar a mi hijo—dijo con una mirada perdida—aún si mi vida acaba.

—¿Hijo?

—Kim Seok Jin es mi hijo—me miro con lágrimas en sus ojos—lo rechaze porque le gustaban los hombres y no las mujeres como debía ser.

—...—no tenía palabras.

—Siempre fue muy dulce a diferencia de su hermano que siempre tuvo un corazón negro.

—Jin no tiene hermano—nunca lo vi.

—Su hermano acaba de secuestrar a quién alguna vez le dio mucho sin dudar de él.

—Esta diciendo que...—no.

—Jinkyo es su hermano.

—S-su hermano—no podía respirar bien.

—Él mintió cuando decía que tenía una hermana, esa chica era quien más quería, tu padre y tío jamás te dirían la verdad sobre ello.

No pude evitar llorar.

—Yo lo metí en las peleas callejeras y drogas por su madre, ambos queríamos que ella se recupere y Jin no podía hacer nada porque era un niño pequeño.

—Y lo que mi tío me dijo—no podía procesarlo todo.

—Es falso—suspiro—Si, es cierto que tu padre te dejo con su amigo a quien tú le llamas padre pero la historia con JinKyo fue diferente.

—¿Por qué? Siempre me mentirán.

—Lo siento, Jinkyo quiere hacer las cosas a su manera, yo salí de las drogas y trabajo para tu tío en cambio Jinkyo quiso vengar a su novia así quedandose en las drogas.

—Yo no sé quien es Jinkyo en verdad.

—Nunca pensé que conocerías a mi hijo y te agradezco que te preocupes por él—miro el cielo—cruzaremos las fronteras a nuestra manera.

—No tiene porque agradecerme, Jin es una persona que gana el cariño de todos.

—Lo sé y es algo que tiene en común con su madre.

Sonreí al escuchar las palabras del señor Kim.

—A que apresurarnos—comente.

—Sí—dijo con una sonrisa.