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Salí de la casa a las seis de la mañana aún sabiendo que la entrada en la universidad era a las ocho. No quería ver a "mi familia" es que son muy adorable.

La universidad estaba vacía, no había ruido alguno, patee mi mochila cuando ingrese a la clase.

— Que mierda de vida estoy viviendo—levante mis brazos al cielo.

Patee más a mi mochila hasta llegar a mi asiento. Me sente en mi silla y le comenze a leer mi libro de anatomía con seguridad y atención.

—¡Sí, Jungkook!

Levante mi mirada y con el rostro sin expresión, era Hyomin siendo puta con Jungkook. Mire de nuevo mi libro.

—Lo siento—dijo Jungkook apenada.

Me levante de mi asiento con mi libro en mano.

—Si desean pueden continuar—y salí.

Algo se destruyo dentro de mí, sin embargo, no puedo morir por ti, Jungkook.

Camine hasta la terraza de la universidad y me sente en la banca grande. Un chico esta durmiendo y tenía la parte superior de su cuerpo tapado con su chaqueta de cuero. No podía ver su rostro pero reconocí esos zapatos, no podía ser él.

Él no tiene ese estilo, lo conozco mucho siempre se vistió muy formal, no, difinitivamente no puede ser él.
Me sente al costado de él y lo destape cuidadosamente para no ser atrapada.

—¡BUU!—grito el chico.

—¡AHHH!—lo golpee—¡Puto!

—¿Qué haces aquí tan temprano?

—Larga historia—respire con dificultad—¿Por qué estás vestido así?

—Jimin ya no quiere estar conmigo y es por como me visto—Yoongi tenía una expresión triste—Sigue mi plan.

Estaba vestido con unos jeans negros ajustados una camiseta blanca y su casaca de cuero, vaya que estaba demasiado cambiado.

—Yoongi—dijo alguien detrás mío.

Gire para ver de quien se trataba, era Jimin. Yoongi jalo de mi camisa blanca y me beso.

Vaya plan, besar a su amiga.

—¡Idiota!—grito Jimin y salió corriendo.

Nos separamos.

—Venganza—dijo Yoongi.

—Y yo tu juguete—reí—los amigos no se dan besos.

—Tonta—carcajeó.

—Amigo mío—reí al decirlo y lo abrace—Me gusto tu beso dame otro.

Yoongi estallo en risas y yo lo abrace más fuerte.

—Pobre, Jimin.

—Pobre, yo—dijo indignado.

—¿Por qué?

—Larga historia.

Golpee su brazo. Yo quiero chisme, ahora.