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51

Asistí a clases y me fue bien, no puedo creer que pronto trabajare en el hospital más importante de Corea. Jungkook estaría en el mismo hospital y será un sueño trabajar con mi futuro esposo.

Me encantará lucir mi anillo.

La salida sería en un minuto y pude ver a el loco de Mark desesperado para guardar sus cosas a su mochila.
El timbre sonó y todos ya estaban saliendo, yo ni siquiera había guardado nada.

Jin y Yoongi se fueron juntos porque según los muy, quieren dejarme a solas con Jungkook.

— ¿Vamos?—preguntó con una sonrisa en sus labios.

Asentí.

Aliste todo y me pare de mi silla. De inmediato, él tomo mi mano.

— Me gustaría ver como estarás ese día, claro, tu presencia me importa más.

Comenzamos a caminar de lo más tranquilo y jugabamos con nuestros dedos.

— A mí me gustaría verte con tu traje, así, todo elegante y con ganas de comerte a besos.—soy sincera.

— Amimegustaríagritarleataehyungquemecasarécontigo.

— ¿Qué? ¡Jungkook, hablas muy rápido!—me quejé.

—Eso es lo de menos, ahora que lo pienso podríamos viajar de luna de miel a Brasil.—sus ojitos brillaron.—ver el Cristo blanco ¡Woo!

—Iremos a donde gustes, amor.—no me interesa el lugar.

Me interesa que realmente estaremos cómodos y tranquilos. Algo inolvidable.

—¿Vamos a un hotel?—Jungkook hizo ojitos malos.

—¡No! Después de la boda, quiero guardarme para ese día.—reí al decirlo.

Él chilló y movió sus hombros.
Bese sus labios para calmarlo y lo hizo.

Me gusta ver cada parte de su rostro, ¿acaso ya se los dije? Creo que no.

Mi vista comenzó a verse borrosa y pestañee unas cuantas veces, pude ver con más claridad.

—¿Estás bien?—él está preocupado.

—Obvio que sí—sonreí—de seguro es el cansancio.

Jungkook puso sus manos sobre mi frente.

—Estás con fiebre.—ahora estaba más preocupado.

—No dormí por estudiar, creo que es por eso.—vamos estoy bien, me dije a mi misma.

—Te llevaré a tu casa.—dejo de estar feliz por mí.

—Mi casa está muy cerca y estaré muy bien.—fingí.

—Te acompaño hasta el paradero.

Asentí.

Yo subí al autobús y me despedí de él con un beso.

Me sente y lo mire por la ventana hasta que comenzo a avanzar.

—Esto no es normal.—lo sé.

Apenas llegue me escondí en mi habitación y camine desesperada por toda la habitación. Pensando en que podía pasarme.

—Sólo es cansancio, nada más.

Lave mi rostro con agua fría y salí del baño.

Mi padre ingreso a mi habitación después de haber.

—Hija, mira esté es el vestido que encontre para tí, es perfec...

Mire a detalle el vestido y lo ame. Yo sonreí, reí, lloré y caí.

Caí al suelo y perdí el control de todo. Absolutamente de todo.

El grito de mi padre me dolía el corazón: "¡Hija, cálmate! ¡POR FAVOR!"

Estoy convulsionando.

Puedo ver como todo tiembla y como todo se oscurece.

Esto termino y lo sé desde lo más profundo de mi ser.

Lo siento.
Realmente, lo siento.

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