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Número desconocido.

"Tienes diez horas para venir al bosque que conoces, sólo diez horas o matare a tu tío.
¿Está muerto? No, él aún vive y está a mi lado. Soy alguien de palabra y sí no vienes le cortare la cabeza en pedazos"

Atte.Jun.

Mensaje enviado 8:15 am.

El día llego.

Sabía que moriría antes de la fecha que el doctor me había indicado, más no entiendo porqué dice tener a mi tío sí está muerto. Nunca fui a su velorio pero Sewoon me dijo que está muerto y nada más.

Jun no puede ser alguien con ese corazón y eso me duele mucho, apenas estaba levantandome y leó esto y me dan ganas de matarme.

Tire las sábanas al suelo y mire mi armario.

—Lindo día para usarte.—toque con delicadeza la suave tela del vestido que he llevado a todo lado.

Me tarde poco para alistarme y me puse ese vestido, el vestido de mi matrimonio con Jungkook, lo recuerdo, anoté muchas cosas en una libreta por sí quería recordar algo muy importante.

No puedo evitar llorar. Tosí tan fuerte y cubrí con mi mano mi boca.

Sentí una sensación única.

—¿Q-qué?—mi respiración se pausaba.

Tome mis lentes y me los puse con rapidez.

—¡Ahh!—grite tan fuerte.

Cubrí mi cara con mis rodillas.

—S-sangre.—no, no, no.

No había nadie en casa agradezco que nadie haya escuchado mi grito.
Baje los escalones de uno en uno.

No puedo ver, todo es borroso aún con los lentes puestos.

—Papá, no pasamos mucho tiempo juntos pero te quiero mucho, quiero contemplar tu sonrisa en mi memoria, y-yo quiero recordarte en las pocas horas que tengo de vida.

Habla a la nada, a la vacía casa que no tenía oídos. Sólo quería que lo sepas.

—¡Papá! ¡Me voy a morir!—grite con la cara empapada de lágrimas.—Mi bebé no te verá y eso, e-eso me pone triste mucho.

Me sente en último escalón.

—Sean muy felices.—el vacío quería apoderarse de mí.

Marque el número de Jungkook en el teléfono.

—¿Aló?—respondió él desde el otro lado de la línea.

—Jungkook.—hable.

—¿Sohee?—su voz se tiño de felicidad.

—Uhm.—sonreí al escuchar su voz.—Podemos vernos.

—Sí, claro.—suenas tan alegre.

—¿Podemos vernos a las 6 de la noche?—no, ___, estás loca.

—Sí, nos vemos en el río Han.

—Escuche que es muy bonito de noche será un gusto verlo.—por última vez.

Tire el teléfono al suelo sin importar que Jungkook haya estado aún en la línea.

Salí de la casa tocando la pared para así salir más rápido del patio, el clima era perfecto para un día sábado.

—Bebé, esto es la neblina.—extendí la palma de mi mano.—Quisiera que sientarías cada parte del mundo y vieras lo maravilloso que es este mundo.