514. Agridulces Mentiras

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La multitudinaria celebración en Arkadia se había extendido hasta la madrugada. Tanto floukrus, como skykrus como trikrus disfrutan de la deliciosa comida y bebida junto a pequeñas fogatas y hogueras al calor de la agradable música trigeda.

Algunos habían ido retirándose a medida que la noche transcurría y el cansancio les había ido venciendo. Muchos de los niños aun correteaban jugando incansablemente mientras otros dormitaban aquí y allá, y algunos de sus padres les llevaban dentro de la nave para que durmiesen.

La gran sorpresa de la noche había sido ver aparecer a Zaffron entre los suyos, los cuales al principio dudaron un poco y que luego fueron acogiendo nuevamente.

Que Lexa kom Trikru, Comandante de la Sangre y Heda de los Catorce Clanes dispusiese su libertad lo cambiaba todo para él y para sus gentes.

El pequeño Jarek se había vuelto loco de contento nada más verle desconociendo el motivo de su ausencia.

Akeyla se había mostrado algo más distante que él aunque se había alegrado de la decisión que Lexa había tomado por ellos más que por él. Lamentaba no haber conocido la verdad hasta ahora, que su hermana mayor hubiese tenido que pasar por todo aquello y que creciese en la soledad más absoluta lejos del calor de una familia que la quisiese.

Tardaría en perdonar esa falta de información al respecto, y tardaría aun más en perdonar todo cuanto ahora sabía que su padre y la madre de su hermana, habían hecho.

Los suyos se habían mostrado algo reticentes al principio y durante un rato todas las miradas se posaron sobre el nefasto guerrero, finalmente como Heda había sido quien le concedió el indulto no tardaron en volver a mostrar simpatías por él, simpatías que se había ganado entre sus gentes a lo largo del tiempo ayudando a Luna y a Derrick en la plataforma cuando Floudon Kru apenas era nada.

La líder Floukru no se había pronunciado al respecto pero aceptaba la decisión de Lexa.

Para ella la Natblida era como una hermana y le dolía en el alma todo cuanto conocía ahora de su pasado. No podía entender ni tolerar lo ocurrido con Zaffron y ella pero si Lexa así lo había decidido lo acataría.

Su gente ya había pasado por mucho, habían perdido a más de los suyos de los que querría recordar y ahora que la paz entre clanes volvía a ser un hecho había mucho que celebrar.

Seguía sin tener muchas noticias de Polis, el ultimo emisario que había llegado con noticias hacía ya unas horas, les había comunicado la muerte de Roan, príncipe de Azgeda, dos de los Natblidas de Heda y al menos doscientos de sus hombres.

Había sido una dura contienda. Una matanza indiscriminada por las heladas tierras de Azgeda en las que todos los clanes como uno solo de ellos habían respondido como Wonkru, como Coalición.

Derrick había sobrevivido. Octavia también y por ello también brindaban sus pueblos.

Como líder del Clan Floudon Kru ella debió estar allí pero la idea de volver a empuñar un arma se le hacía tan difícil que le costaba.

Derrick había asumido el mando de los suyos en la batalla y junto a Octavia habían partido hacia Azgeda.

Lo habían hecho bien.

Los dos habían conservado sus vidas y se alegraba inmensamente por ello.

Ahora que lo pensaba bien la posibilidad de haberlos perdido de algún modo no había pasado ni un solo instante por su cabeza. Confiaba en ambos con su vida y conocía lo importante que era para ellos preservar la vida de sus gentes, es por ello que habían ido allí, respondiendo como auténticos líderes, respondiendo como clan.

Asumamoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 4... (#TheWrites)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora