522. Consuelo

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Cuando Raven Reyes salió de su habitación en el interior de la asentada nave de Arkadia, no tardó en cruzar el pasillo y detenerse frente a la puerta de Abigail Griffin, doctora en Arkadia.

No la había visto desde lo ocurrido con Marcus Kane hacía ya unos pocos días y no había estado presente durante la celebración, cosa lógica por otra parte. Aún así la ingeniera estaba preocupada por ella.

Ahora que sabía de la marcha de Clarke, su hija se había prometido estar un poco más pendiente de ella y le había prometido a la embajadora cuidarla durante su ausencia.

Raven llamo a la puerta de la habitación y espero. Saludo a dos guardias que hacían su habitual ronda, más por rutina que por peligro inminente y volvió a intentarlo de nuevo.

—¿Abby? —elevó un poco la voz ella dirigiéndola a la puerta colocando la mano sobre el pasador—. ¿Abby estás ahí?

La ingeniera abrió ligeramente la puerta al no recibir respuesta y la encontró tumbada y acurrucada en la cama con las mejillas aun húmedas y dormida.

Raven cerro con cuidado tras de si y se aproximo a ella tomando una manta de la orilla de la cama y cubriéndola suavemente con ella. Verla así le rompía el corazón.

Por su parte sentía mucho lo que le había ocurrido a Kane, Octavia había hecho algo terrible sin duda pero lo peor era que lo había hecho frente a Abby y el dolor que eso había causado a la buena doctora resultaba irreparable.

Raven se la quedo viendo y deslizo la mano por su cara apartándole un poco el enmarañado pelo ya que el pelo se le pegaba a las mojadas y enrojecidas mejillas.

Suspiro al verla así y se dio la vuelta para tratar de ordenar un poco el cuarto que estaba algo desordenado, quería que cuando despertase la doctora se sintiese más cómoda en un limpio y acogedor espacio que la arropase.

No había mucho que ordenar realmente pero lo poco que había hacía que se sintiese útil.

Comenzó por recoger la ropa en el sofá doblándola y dejándola sobre una de las sillas no sabiendo si la doctora querría guardarla o enviarla a lavar. Se acerco a la mesilla, retirando algunos papeles y un viejo libro disponiéndose a guardarlos en el cajón de la mesilla y al abrirla vio un frasco en su interior.

Lo saco y examino la etiqueta la cual tenía estampada el sello del Monte Weather. Las reconoció enseguida porque la doctora y ex Canciller de Arkadia se las había dado cuando perdió a su primer bebé y tuvo que lidiar con las pesadillas y el dolor que ello le provocaba en sueños.

Volvió la cabeza para mirarla y volvió a dejarlas en su sitio tras comprobar que faltaban unas pocas píldoras.

Dirigiéndose al armario vio una caja en el suelo reconociendo algunas cosas de Kane metidas dentro. Parecía llevar allí días y supuso que Abby había recogido sus cosas en cuanto había sido detenido para enviárselas.

Ya nunca tendría ocasión de hacerlo.

Tomo la caja con cuidado y la coloco cuidadosamente a un lado. Sintió una ligera punzada en la cadera al agacharse y se detuvo respirando hondo.

No, no iba a comenzar a fastidiarla otra vez, se prometió ignorando el dolor. Desde que había ganado algo de peso el dolor había vuelto a ella y aun le quedaría soportarlo algún tiempo más por lo que iba a tener que llegar a un consenso con él y aprender a tolerarlo.

Se sentó durante un segundo sobre la silla y ojeando la habitación espero a que se le pasase.

Todo iba a ir bien, debía ser positiva y convencerse de ello o nunca lograría hacerlo.

Continuara...

Asumamoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 4... (#TheWrites)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora