Lindsay
Tres días. Tres días fue lo que tardé en irme a vivir con Kevin desde que él se fue, como una semana después de contármelo. Y que conste que, aunque me ponía muy triste que se fuera, no iba a irme con él, porque consideraba que debía vivir con Mason, que para eso era mi novio.
Sin embargo, un día, mientras metía la ropa de verano en unas cajas para guardarla durante el invierno, porque mi armario estaba a tope, había aparecido Mason. Debía haberle abierto la de la limpieza, pero tampoco le di mucha importancia.
—¡¿Te vas a ir con él?! —Fue lo primero que me gritó, cuando yo me acerqué con una sonrisa para saludarle con un beso. Estaba cansada de ordenar ropa y pensaba descansar pasando un rato con él, pero al parecer nuestros planes no eran los mismos, él tenía intención de discutir—. ¡No puedes irte con tu ex! ¡Te lo prohíbo!
—¿Me lo qué? —me partí de risa.
—¡Te lo prohíbo!
—¿Eres idiota? Dios mío, de verdad Kevin lleva razón, y te crees que eres mi amo. —Me aparté de él, ofendida y dolida—. No puedes prohibirme nada, Mason. Y no iba a irme con él, solo estaba ordenando mi armario, pero ahora ya no lo tengo tan claro.
Me miró a mí y a mi armario, y luego se quedó algo pálido. Supuse que se había dado cuenta de cuanto metió la pata justo en ese momento, y cuando trató de acercarse a mí, yo me alejé un paso, cruzándome de brazos.
—Lo siento, Linds, yo pensé... ¡Estoy celoso! Todo iba genial entre nosotros y de pronto aparece ese primo tuyo y primero le odiabas y ahora parece que estás más feliz con él que conmigo.
—Kevin y yo discutimos la última vez que nos vimos, pero hemos hecho las paces. Él es mi mejor amigo, Mason. Si no hubiera sido por él... Yo no sería como soy, me salvó la vida cuando más lo necesitaba. Si no puedes soportar nuestra amistad, quizá no deberíamos estar juntos, porque no voy a sacar a Kevin de mi vida.
—Yo te quiero muchísimo, pero no entiendo tu relación con él. Está claro que sigue colado de ti, y yo no quiero perderte.
—Pues vivamos juntos —insistí.
Y me prometí que era la última vez que se lo pedía.
—Nos casaremos en dos meses. ¿Tanto te cuesta esperar? —me lo dijo con cierta bordería, que me dolió mucho.
—No, claro que no —resoplé un poco—. Esperaré esos dos meses en casa de Kevin. Creo que lleva razón en que es hora de salir de casa de mis padres.
—Pero, Linds... No creo que esté bien que te vayas con él.
Y quizá no lo estaba. Discutimos mucho rato aquel día, pero no me ofreció vivir juntos, así que había contratado a una empresa de mudanzas y me había ido con Kevin, que parecía estar esperándolo. Ni siquiera me preguntó el motivo del cambio, se había limitado a ayudarme a colocar mis cosas y a darme una copia de las llaves.
Y mis padres parecían encantados con que me hubiera ido con Kevin. Tanto que, cuando les dije que la boda con Mason en teoría seguía en marcha, habían puesto cara de no entender nada.
—¿Cerveza? —Kevin salió a la terraza y me pasó un botellín.
Yo saqué la mano de la manta en la que estaba envuelta para cogerla, y Kevin se dejó caer a mi lado en otra silla. La terraza no era muy grande, pero tenía sitio para una mesa redonda y cuatro sillas. Le di un trago a la cerveza y la dejé en la mesa para arroparme de nuevo.
Kevin tiró de mi silla para acercarme a él, y yo me agarré a su brazo por la sorpresa. Luego estiró de la manta y se arropó también. Yo tenía los pies sobre mi silla, y me abracé un poco más a mí misma para darme calor.
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Tu nombre en las estrellas - Bilogía Estrellas 2 - *COMPLETA* ☑️
RomanceKevin no ha podido superar la marcha de Lindsay, pese a que ya hace un año. Esta vez, él es su propia causa perdida. Lindsay, sin embargo, ha retomado su vida aplicando todo lo aprendido en Madrid. Victoria ha decidido que hay más vida tras Stesha...