20.- Navidades en la piscina - parte 1

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Stesha

Colé la mano debajo de la camiseta de Vicky, aprovechando que se había sentado a mi lado en el sofá y acaricié su espalda. Ella se sobresaltó y se apartó un poco de mí, mirándome mal. Mira ahora quién era la lesbiana cobarde.

—¿Qué haces? —me preguntó en un susurro muy bajito.

—Lesbear... —bromeé.

Ella puso los ojos en blanco, se levantó del sofá y se acercó a su madre. Cobarde. No pude evitar reírme un poco y me recosté mejor en el sitio.

Había pasado de mi familia para pasar Nochebuena con Victoria, que ahora parecía acojonada de parecer una lesbiana delante de la suya. Y no es que allí hubiera poca gente, la verdad, era un poco agobiante. Tenía un montón de tíos y primos que pululaban por la casa de sus padres.

Kevin se sentó a mi lado, con una cerveza en la mano y cara de aburrimiento. Yo no pude evitar reírme con ganas y apoyé los pies sobre sus piernas para tumbarme en el sofá mejor. No eran más que las once y media de la noche, pero estaba cansada y aburrida y Victoria no me hacía ni caso.

—¡Que bonito es ser joven! —se metió Abram con nosotros, empujándome las piernas para hacerse hueco en el sofá, y pasándole el porro a Kevin. Que fumó tras echar un vistazo a sus padres a ver si le miraban.

—¿Para mí no hay? —pregunté, cuando Abram me alejó el porro.

—¿Tú fumas?

—No —mentí—, pero me aburro.

—Pues no, no hay. ¿Qué mierda de motivo es el aburrimiento para drogarse? —se burló mi padrino.

—¿Y cuál es un buen motivo?

—Ser un puto desecho de la sociedad —bromeó él.

—¡Eh! —se quejó Kevin, aunque pareció perder las ganas de discutir, porque se recostó en el sofá también y guardó silencio.

Charly se acercó, al olor del porro supuse, y se lo quitó a Abram que se quejó un poco de que le arrebatasen su amor. Y luego, como había hecho mi mejor amigo, se aseguró de que Sara no le había escuchado. No pude evitar reírme un poco.

—¿Qué os pasa? —nos preguntó Charly después de fumar.

—Me aburro. Tu hija no me hace caso. —Hice un pucherito, y vi a Vicky sonrojarse cuando su padre la miró. Era tan mona que debían darme un premio por no estar besándola en ese momento.

—¿Te acuerdas lo bien que aprovechábamos la vida a su edad? —se burló de nosotros Abram.

—Seguimos aprovechándola mejor que ellos —aseguró Charly.

—Sí, claro, seguro... —resopló Kevin.

—Tu padre estaba obsesionado con las apuestas a tu edad —explicó Abram—. No te imaginas las cosas que nos retábamos a hacer por dinero... —se rio un poco.

—Como si no siguierais haciéndolo —murmuró Kevin.

—Hombre, por dinero yo también me animo... —admití.

—¿A lo que sea? —Charly alzó ambas cejas con curiosidad.

—Sí, pero respétame, que me he casado emocionalmente con tu hija —me reí. Quizá me estaba colocando con el humo del porro...

—¿Cuánto llevas encima? —preguntó Abram a Charly, sacando la cartera.

—¿Vais en serio? —Kevin se sentó más estirado y yo le imité, mientras Vicky y Lindsay, que había estado hablando con sus padres, se acercaron a curiosear.

Tu nombre en las estrellas - Bilogía Estrellas 2 - *COMPLETA* ☑️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora