Lindsay
La verdad era que Stesha y Vicky estaban muy acarameladas, pero no me había ido por eso. O no solo por eso. Stesha parecía tranquila por primera vez desde que había pasado todo. Desde lo de Victoria incluso. Así que, pese a que me pareció bien dejarlas intimidad, también quería una tarde para mí.
Ahora que parecía que las cosas se habían calmado, y con todos a salvo, aunque estuvieran heridos, necesitaba un par de horas para relajarme. Mis padres se habían ido a pasar la tarde con los padres de Kevin a algún sitio que no habían compartido con nosotros, así que tenía la casa para mí solita.
Estaba deseando volver a Nueva York y olvidarme de toda la mierda del último mes. Tiré la ropa que llevaba puesta al cesto de la ropa sucia y encendí un par de velas aromáticas, antes de llenar la bañera de agua caliente y echar una bomba de sales de baño.
Ni siquiera recordaba la última vez que me había dedicado un día a mí misma, a relajarme, ponerme mascarillas en la cara y esas cosas. Me recogí el pelo en un moño, para que no se me mojase, y me sumergí en la bañera, usando una toalla de almohada.
Me relajé al instante, de verdad, aquello me hacía mucha falta. Sin embargo, solo medio minuto después, mi móvil vibró un par de veces. Lo cogí corriendo por si era Kevin o había pasado algo más. Sin duda, tardaría en relajarme del todo mucho tiempo. Quizá, en un par de años, dejase de saltar cuando pitase el móvil.
Por suerte lo había dejado cerca, y lo alcancé sin salir de la bañera.
Desconocido: ¿Podemos hablar?
Decidí que lo mejor era bloquearlo e ignorarlo. Puse música relajante en el móvil y volví a recostarme, dejándolo en el suelo a mi lado.
-o-o-o-
Kevin
Me había costado mucho rato que alguien me hiciera caso en aquel lugar. No parecía ser barato, ni cutre, pero tal vez estaban desbordados. Al final, había conseguido que una recepcionista me mirase más de dos minutos.
—¿Cómo esperas que tenga información de alguien que murió hace veinte años? —me dijo.
—No lo sé.
Ni siquiera sabía lo que estaba buscando, una fuente de información que alguien hubiera podido aprovechar para sacar una foto a la esquela de mi abuelo. Quiero decir, la imagen que me habían mandado, era una foto real hecha a un papel físico muy viejo. ¿De dónde iban a sacarla si no era de allí?
—¿No hay nadie aquí que estuviera hace veinte años? —pregunté.
—Pues... —Tecleó algo en el ordenador y luego me miró un poco mal.
Yo saqué la cartera y le pasé un billete de cincuenta con disimulo. Esas mierdas en las pelis funcionaban, ¿no? ¿Quién no quería algo de dinero extra por una información que le daba igual darme?
Llamó a alguien después de coger el dinero, y yo esperé pacientemente hasta que la señora apareció. Era una enfermera vieja y rolliza, parecía cansada de verdad. La recepcionista le dijo que quería información sobre mi abuela y ella me miró con algo parecido al cariño.
—Un caso muy triste, la recuerdo muy bien. En realidad, recuerdo a todos mis pacientes —me dijo, antes de irse por las ramas y empezar a hablarme de otra gente.
—Pero, ¿mi abuela?
—No estaba bien de la cabeza —se lamentó—. Contaba unas locuras... Las drogas le hacen eso a la cabeza. Decía que su pobre marido había sido asesinado por su propia hija... Menuda tontería, ¿verdad?
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Tu nombre en las estrellas - Bilogía Estrellas 2 - *COMPLETA* ☑️
RomanceKevin no ha podido superar la marcha de Lindsay, pese a que ya hace un año. Esta vez, él es su propia causa perdida. Lindsay, sin embargo, ha retomado su vida aplicando todo lo aprendido en Madrid. Victoria ha decidido que hay más vida tras Stesha...