24.- El plan

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Kevin

—¿Dónde mierda está Stesha? —pregunté nervioso a Lindsay, aunque sabía que era imposible que ella lo supiera.

Habíamos quedado los tres un par de horas antes, pero no había ni rastro de la chica. Lindsay y yo conseguimos hablar con el tal Omar a través de WhatsApp. El muy idiota pensaba que había ligado o algo parecido, y teníamos una «cita» con él. La verdad, es que no tenía muchos planes, solo quería encontrarle y quizá partirle la cara hasta que nos diese alguna información.

—No lo sé, pero vamos nosotros... —sugirió.

—Tú te quedas —me negué.

—No sabemos como es el tal Omar, Kevin, si te ve a ti se largará.

—Llama a Stesha de nuevo —pedí.

Lindsay suspiró, pero llamó a la chica otra vez. Esperé en silencio, pero estaba claro que no respondía de nuevo. ¿Dónde mierda estaba? Yo no quería meter a Lindsay más en aquello, se suponía que era Sasha la que quería salvar a su novia...

—Vamos —suspiré.

Tampoco podía dejar a mi hermana tirada porque Stesha hubiera decidido desaparecer.

Sin embargo, no llegamos a la puerta de la calle, cuando entró mi padre. Yo escondí el móvil como si pudiera saber lo que estábamos planeando. Se suponía que estaban cenando con los padres de Lindsay y con el resto de sus amigos. No me esperaba que volviese tan pronto y menos que lo hiciera sin mi madre.

—¿Dónde vais? —preguntó.

Desde que habían detenido a mi hermana, mi padre había estado mucho más serio que nunca y nos había hablado muy poco.

—A dar un paseo —mentí.

—Ya, ¿qué habéis averiguado?

Crucé una mirada con Lindsay y supe que mi padre sabía lo que estábamos haciendo, pese a que los tres habíamos tenido mucho cuidado.

—Sabemos quién le dejó la moto a Victoria —expliqué.

—¿Y ya está? ¿Tres días para eso? —Nos miró con una ceja alzada.

—¿Qué quieres que haga? —pregunté, sin ninguna acritud—. Encima Stesha está desaparecida.

—Vete a casa, Lindsay, asegúrate de que Lucía se queda hasta tarde por allí —ordenó mi padre—. ¿Te acerco?

—No, está el chofer fuera, mi padre no le deja quitarme la vista de encima —reconoció.

—Tú y yo vamos a dar una vuelta, Kevin.

—La acompaño mientras sacas el coche —sugerí a mi padre, que asintió un par de veces.

Esperé hasta que estuvimos fuera, junto al coche negro de su chofer, para susurrarle en el oído, no me fiaba de los superpoderes de mi padre.

—Escribe al tipo, dile que has tenido un problema y que quedáis mañana. No quiero cerrar ningún frente —pedí—. Pero ni se te ocurra ir sola.

—Tranquilo.

—Hablo en serio —repetí.

Ella asintió de nuevo.

Le di un beso en los labios, con mucha suavidad, mientras mi padre sacaba la moto del garaje. Le acaricié la mejilla con suavidad, antes de abrirle la puerta del coche.

—Ten cuidado, que tu padre está en plan mal rollo —me dijo, medio bromista.

—Llévala a casa, sin distracciones —ordené al chofer—. Mi padre siempre está en ese estado cuando le pasa algo a Victoria.

Tu nombre en las estrellas - Bilogía Estrellas 2 - *COMPLETA* ☑️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora