Capítulo 20

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Nari camino con lentitud por el bosque,lugar donde casi ningún dios entraba, siguiendo el camino del pergamino. Había encontrado ya la fosa de los reptiles,un lugar donde se hallaban cientos de serpientes,tan enredadas entre ellas que parecían ser una sola. Había sorteado aquella dificultad con una canción, había aparecido una flauta con sus manos y ella había tocado una melodía,suave y baja, que durmio a las serpientes.

Siguió por el camino que se volvía estrecho por las enredaderas espinosas que actuaban como un arco. Ella tuvo que caminar inclinada hacia adelante, aunque no evitó que su cabello se enredará a veces y sus manos sufrieran alguna herida. Aquel camino era largo,pero la convicción de Nari le impidió abandonarlo. No pensaba cortar aquel camino, simplemente pasarlo de la mejor manera posible.

Al fin salió de aquel camino,llegando a un hermoso y vasto prado. Estaba cubierto de flores,aún más que las que habían en el templo de Frigga,donde ella solía entrenar. Camino a través de él,tocando las flores con sus manos,oliendo la deliciosa mezcla de olores. Algo de eso le recordó a Thor,por alguna razón. Quizás fuera que lo imaginaba allí,aún cuando parecía contrastar con aquel campo. ¿Acaso esa tonta sonrisita que se extendía en su rostro en ese momento significaba que…? Detuvo su pensamiento antes de terminar de formularlo. No era momento para pensar cosas como aquella.

Continuo caminando hasta que vio un ancho y profundo lago,escondido por aquel campo que parecía infinito. Sus aguas era negras, impidiéndole ver el fondo. Se sentó en el suelo,a la orilla del río y tocó la superficie,esperando sentir húmeda su mano. Sin embargo aquello no la mojo,ni siquiera pudo penetrar la superficie del lago. Retiro la mano, nerviosa y pensativa, cuando sintio un toque helado en su hombro,casi como una brisa retenida.

Volteo lentamente,sin saber que esperar, y al elevar su rostro se abrieron desmesuradamente. Un precioso rostro venebolente la miraba,labios gruesos sonriendole con dulzura,unos ojos verdes tristes,aquellas cortinas de cabello rubio apenas moviéndose con el viento. Una lágrima broto del ojo de Nari cuando esa persona acaricio su mejilla con infinita ternura.

-Nari,mira cuánto has crecido-su voz era exactamente como la recordaba,quizás incluso con más paz-.

-Maestra Amora,¿Como…?

-Estas en la entrada del Valhalla,Nari,fui enviada a ayudarte. Eres digna,si no lo fueras,hubieses podido tocar el agua con normalidad.

-La extraño tanto,se fue hace mucho tiempo.

-Lo se,pequeña-el fantasma se arrodilló frente a ella y tomó su rostro entre sus manos, posteriormente beso su frente-,se que dijeron que mi muerte fue algo ocasional,una enfermedad del corazón,pero no es verdad.

-Fue mi padre,¿Verdad?

Amora asintio con tristeza. Coloco un mechón de cabello detrás de la oreja de la chica y suspiro.

-Primero entra al Valhalla,tendremos mucho para hablar entonces. La primera prueba fue superada,era encontrar la entrada. Ahora mira nuevamente el pergamino que Heimdall te entrego.

Ella desdobló el pergamino y vio que las líneas anteriores habían desaparecido,reemplazada simplemente por otras líneas.

<<Aquello que nos da vida
Aquello que no debe condicionarnos
Aquello que es más espeso que el agua
Eso abrirá la entrada a los dioses>>

Penso y penso,pero no llegaba la respuesta a su mente. Amora se sentó en el suelo junto a ella, observándola.

-Es un antiguo proverbio midgardiano,se que lo sabes,mi niña.

My Kingdom Come [L O K I  F A N F I C] 🐍✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora