5. Kendall

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Hailey

Camino sola de vuelta a mi casa. Travis decidió sacar a cenar a Em para hablar entre ellos, porque ella quedó un poco alterada luego de haberle contado todo lo ocurrido.

Me siento tan mal. Todo esto es mi culpa. La pelea Tremma, el enojo de mis padres, el embarazo...

Si tan solo no hubiera sido tan estúpida.

El frío ambiente de la ciudad de Esden me envuelve durante mi caminata. Un dato curioso sobre Esden, es que nunca hace calor: solo hay mucho frío, frío o nada de frío, pero nada de calor.

Esa es una de las razones por las que me gustó tanto estar en Miami. El calor, la playa, los chicos guapos sin camisa. Ah, esa fue una de las mejores partes.

Aunque hubo un tierno pelirrojo al que nunca vi sin camisa...

Llego a casa sin darme cuenta. Abro la puerta y veo que el televisor de la sala está encendido, así que me acerco hacia el sofá y me encuentro con mi madre, quien está dormida en el mismo con el televisor encendido.

—Te quedaste dormida esperándome, ¿no? —pregunto sin esperar respuesta de su parte. Acaricio su cabeza con delicadeza y busco una manta para cubrirla. Luego deposito un beso en su mejilla y subo las escaleras silenciosamente hasta llegar a mi habitación.

Debería cenar algo, pero hoy no tengo ganas de nada. Además, ahora es que me queda tiempo para alimentarme a mí y al bebé; no creo que por una noche pase gran cosa.

Me pongo mi pijama y justo cuando me voy a acostar, siento una fría brisa que me da escalofríos. Me volteo y veo que dejé la ventana abierta, así que voy a cerrarla rápidamente.

Detesto el clima de Esden. Sus calles frías y solitarias contrastan tanto con las coloridas y atestadas calles de Miami, que me es inevitable transportarme mentalmente al primer día en la calurosa ciudad de Florida.

"En el primer segundo en el que puse un pie fuera del aeropuerto, el calor me azotó inmediatamente. Estaba tan acostumbrada al clima helado de Esden, que sentía que en cualquier momento me derretiría como un cubito de hielo.

Nunca habíamos estado en Estados Unidos, y mi padre pensó que entre él y el señor Morgan serían capaces de ubicarse fácilmente. Pero no fue así.

Estuvimos dando vueltas por Miami media hora tratando de encontrar el hotel, hasta que dimos con la familia Griffin, un clan de pelirrojos bastante similares a la familia de Ron Weasley en Harry Potter.
Casualmente se estaban hospedando en el mismo hotel que nosotros, y fueron lo suficientemente amables como para llevarnos hasta allá.

Cualquier parecido entre los Griffin y la familia Weasley es pura coincidencia. Hablando en serio, es increíble lo mucho que se parecen. Son una pareja entrada en sus cincuentas con dos hijos, uno de seis años y otro contemporáneo con Trav y conmigo. Todos tienen ojos claros menos el de mi edad, Kendall Griffin, mi primera aventura de verano.

Kendall es un chico de piel blanca con muchas pecas esparcidas por su rostro, sonrisa tierna y unos grandes ojos marrones enmarcados por unas gruesas gafas negras.

El pecoso es un nerd en toda su expresión, pero es un nerd tierno. ¿Saben esas personas que aún estando de vacaciones, se la pasan estudiando? Bueno, él es justo así. Estar con él es como estar en una clase interminable, aunque siempre trata de hacer las cosas interesantes. Como la vez que me llevó al acuario.

—Mira, esta estrella de mar pertenece a la familia Equinodermata —dijo arrastrándome hacia otra pecera llena de estrellas de mar—. Son muy diferentes a las Asteroideas, ¿verdad?

Padre de Mentira [COMPLETA] (FDM #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora