7. Salvada por la Campana

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Hailey

—Hailey, ¿me escuchas? —oigo a lo lejos. No reconozco la voz ya que se escucha distorsionada, pero distingo que la persona que me está llamando es una mujer.

Dios, me duele la cabeza.

Lucho contra la pesadez que siento en los párpados para abrir mis ojos y noto que ya no estoy en el salón, sino en la enfermería. ¿Qué me pasó?

—¡Aguanta Hailey, no te mueras! —escucho con más claridad una voz bastante conocida. Miro hacia la puerta para ver a Travis entrar como loco a la habitación. Dirige su mirada hacia mí y suspira aliviado—. Gracias al señor, ¿cómo está ella, señora Rosa?

La señora Rosa es la enfermera de la escuela, y todos la amamos. Si mentimos para salir de clases y decimos que nos sentimos mal, la señora Rosa nos da caramelos de fresa y habla con nosotros. Es como la abuela de la escuela.

La anciana de cabello canoso se acerca a la camilla en la que me encuentro y me tiende tres caramelos.

—Está bien, solo fue una baja de azúcar. Pasa todo el tiempo —responde despreocupada. Toma un trozo de papel y se lo entrega a Travis—. Ese es un pase para ambos. No debería quedarse sola, así que acompáñala hasta que llegue el segundo período.

—Uf, excelente. Veinte minutos libres —exclama con alegría, ya más tranquilo dado que sabe que no fue nada grave. La expresión de alivio que tiene en su rostro desaparece repentinamente y añade— ¿Y el bebé cómo está?

Agárrenme que lo mato.

Yo sé que Travis es tonto, ¿pero también tengo que explicarle el concepto de la palabra "secreto"?

Rosa alza ambas cejas, sorprendida.

—¿Bebé? —cuestiona confundida.

Mi amigo castaño abre los ojos, dándose cuenta de su metida de pata. Él se rasca la mandíbula, nervioso, buscando alguna excusa que decirle a la enfermera.

—Sí, es que yo... Yo a veces la llamo bebé —balbucea. Yo pongo los ojos en blanco y lo interrumpo diciendo:

—Ya lo dijiste, torpe, no trates de arreglarlo —niego con la cabeza y me dirijo a Rosa cuando agrego—. Rosita, estoy embarazada, ¿el desmayo habrá tenido algo que ver con el bebé? ¿Pudo haberle hecho daño?

La enfermera se quita los anteojos y mira el suelo durante unos segundos, sin decir nada. Esto era exactamente lo que quería evitar, la pena de los demás. Seguro que debe estar pensando "Ay, es solo una niña, ¿cómo pudo arruinarse el futuro así?".

No soy una niña que necesite la lástima de nadie. Sé lo que hice y asumo las consecuencias de mis actos. No esperaba embarazarme cuando me acosté con ese imbécil, es verdad, pero no voy a dejar a este bebé solo como él lo hizo. Sé que el bebé puede atrasar un poco las cosas, pero sea como sea saldré adelante. Por el bebé y por mí.

Obviamente iba a preguntarle por el bebé, aunque yo tenía planeado contárselo discretamente. Pero como Trav se fue de lengua larga, ni modo.

—No es raro que las mujeres... En tu misma situación se desmayen —explica con paciencia mientras Travis y yo la escuchamos atentamente—. Perdiste el conocimiento por la baja de azúcar, pero también podrías desmayarte si sufres un cambio de temperatura o posición brusco, así que debes tener mucho cuidado con eso.

>>Te recomiendo que lleves una dieta equilibrada y saludable, no tomes nada de café o alcohol. Bebe mucha agua y evita estar en lugares llenos de gente, para que no pierdas el conocimiento de nuevo. Y lo más importante, lleva dulces en tu bolso por si te da otra baja de azúcar.

Padre de Mentira [COMPLETA] (FDM #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora