Prólogo

3.9K 226 223
                                    

Travis

Dios, me duele el culo.

Ese es el pensamiento que pasa por mi cabeza luego de diez minutos esperando a que Hailey se digne a explicarme qué ocurre.

Hace veinte minutos estaba en mi habitación tomando mi cuarta siesta del día cuando Hailey, quien ha sido mi mejor amiga desde que tengo memoria, me llamó al borde de un colapso nervioso. Por lo poco que entendí entre sus sollozos, me pidió que viniera a su casa lo antes posible porque hubo un 3312. Yo no sé qué demonios significa eso, pero sonaba importante, así que preferí hacerle caso y aparecerme en su puerta antes de que empezara a gritarme.

De seguro fue porque las lagañas no me dejaban ver bien, pero cuando Hais me hizo entrar en su casa no noté las bolsas grandes y moradas bajo sus ojos. O que estaban rojos como un tomate. Y mucho menos lo inquieta que estaba. Me vine a dar cuenta de todos esos detalles unos segundos después de notar lo mucho que se me había entumecido el trasero por pasar tanto tiempo sentado en la silla más incómoda del mundo.

—Hais, ¿vas a decirme por qué me despertaste de mi sueño embellecedor, o vas a pasarte el resto de la tarde paseando por tu cuarto?

Mis palabras hacen que detenga su caminata por la habitación —la cual ha estado recorriendo desde que llegué— y la traen de vuelta a la realidad. Se voltea para verme a la cara cuando cae en cuenta de mi presencia, y en ese momento noto otro detalle que había pasado por alto: sus siempre vivaces ojos azules estaban llenos de preocupación.

Esta es una versión de Hais completamente distinta a la chica que conozco. ¿Qué tendrá a la Hailey alegre y despreocupada así?

—Estoy embarazada.

Ah, con que era eso.

No logro contener la carcajada. No puedo creer que esta loca me haya sacado a rastras de mi casa para hacerme una puta broma.

Hailey me mira con el ceño fruncido y los brazos cruzados. Niega con la cabeza, confundida, y pregunta:

—¿De qué coño te estás riendo?

Me río más fuerte, tanto, que sin querer hago como cerdito.

—Hais, por favor —digo, rodando los ojos—. Déjate de bromas y dime de una vez por qué me llamaste.

Ella parpadea, me dedica la cara de culo más épica del mundo y luego me mira con obstinación.

—¿Crees que es una maldita broma, Travis?

Bueno, yo juraba que si, pero su tono de voz me da a entender otra cosa.

—Bueno, pues, eh, yo... —empiezo a decir, pero no consigo pronunciar ni una sílaba más. Me quedo mudo.

Hailey toma un mechón de su larga cabellera negra y lo retuerce en su dedo. Vuelve a sumirse en su mundo por unos segundos. Tomo este tiempo para tratar de digerir la noticia.

Hailey está embarazada.

Me quedo inmóvil en la silla, mirando un punto muerto en el piso.

Wow, esperen un momento.

Para quedar embarazada se necesitan dos personas, entonces...

Padre de Mentira [COMPLETA] (FDM #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora