11. Jayden

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Hailey

Han pasado dos semanas desde que Travis habló con Trevor y le confirmó que no hubo nada entre él y yo. Por poco sí, pero no lo hicimos, gracias a Dios y a todos los santos.

En estas dos semanas Travis estuvo intentando de todas las formas habidas y por haber de hablar con Emma para explicarle lo que no pasó durante nuestra última noche del viaje, pero ella lo ha estado evitando siempre que se cruza en su camino: le huye cuando se ven en los pasillos y si va a su casa, sus padres le dicen que está durmiendo o haciendo tarea.

Y como ahora Travis no tiene novia a la cual molestar todo el día, me sigue a todos lados para quejarse de que su novia ya no lo quiere. Lo cual me tiene harta. Sí, todo esto es parcialmente mi culpa, pero no estoy dispuesta a aguantar esto durante los ocho meses de embarazo que me quedan.

Ahora estamos en la escuela, en medio de una clase de historia. Comparto esta clase con Trav y Em, y mientras Emma juega con un mechón de su rubia cabellera desde la primera fila de pupitres, Travis le taladra la nuca con la vista desde una de las filas del centro, a mi lado.

—Trav, no puedes seguir acechando a la pobre Em —digo en voz baja para que el profesor Truman no me escuche. Miro hacia su escritorio y como está inmerso corrigiendo nuestros ensayos, continúo—. Si quieres volver con ella, debes ganártela.

—¿Y cómo coño se supone que haré eso si ni siquiera quiere verme? —pregunta entre dientes, frustrado. Cruza los brazos sobre su mesa y apoya su cabeza sobre ellos—. Me odia, Hais.

—Ella no te odia, tonto —replico en un susurro—. Solo está molesta porque piensa que te acostaste conmigo, y en vez de ir detrás de ella y rogarle otra oportunidad estás aquí, junto a mí. ¿Qué le estás dando a entender con eso?

El castaño levanta la cabeza con rapidez, como si mis palabras hubieran encendido una bombilla sobre su cabeza y ahora entendiera todo. Esboza una pequeña sonrisa y, alegre, exclama:

—¡No me odia!

—Señor Morgan, estoy tratando de evaluar estos ensayos —dice el profesor con el ceño fruncido, levantando uno—. Y podría apostar que el suyo es el próximo, así que si no quiere que lo repruebe, le recomiendo que celebre cuando suene la campana.

Trav se disculpa con el profesor Truman y milagrosamente se queda callado por los siguientes minutos de la clase. Cuando el estruendo del timbre escolar anuncia el fin de la jornada, todos salen del salón como si sus vidas dependieran de ello.

Mi amigo y yo salimos al pasillo después de la muchedumbre de alumnos, y estando afuera, me dice:

—Te dejo, debo ir a casa para almorzar de nuevo y poner en marcha el plan "Recuperar a Em". Deséame suerte enana.

Le saco la madre como respuesta a lo último que me dijo y él se va, dejándome sola, solín, solita.

Nunca fui una persona de muchos amigos, con Travis me basta y sobra, y cuando empezó a salir con Emma me gané otra gran amiga. No necesito de muchos amigos para ser feliz. Pero en momentos como este me gustaría ser un poco más sociable y tener a otra persona con quien hablar.

Mi teléfono vibra en mi mochila, anunciando que tengo un mensaje sin leer, así que termino de salir del colegio y me siento en un banco a esperar a que mi padre llegue por mí y saco mi celular para ver quién me escribe.

JayJay: Eres una maldita perra interesada.

JayJay: Vuelves a Esden y te olvidas de mí, tu querido Jayden.

JayJay: ¿Acaso solo soy bueno para hablar sobre chicos y comprar ropa?

Y como si el destino estuviera escuchando mis lamentos, Jayden aparece de nuevo.

Padre de Mentira [COMPLETA] (FDM #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora