12. Sorry

850 86 46
                                    

Emma

Me encuentro en mi habitación. Acabo de terminar mi tarea, y estoy aburrida a más no poder. En un día cualquiera llamaría a Hailey y a Travis para ver películas o salir a algún lado, pero como no hablo con ninguno de los dos, supongo que tendré que pasar el resto de la tarde aquí.

Respiro profundamente y expulso el aire. Papá y mi hermanito Ben están en casa, supongo que podría ir a jugar con Ben o escuchar música...

¿Eso que escucho a lo lejos es música?

Ahora que me doy cuenta, no se escucha muy lejos. Es más bien como si la melodía viniera desde fuera de la casa. Incluso me suena conocida.

Intrigada, me levanto de la silla de mi escritorio y me asomo por la ventana para ver si logro divisar de dónde proviene la música, y es cuando lo veo.

En mi patio delantero está Travis. Lleva puesta ropa deportiva, y siendo sincera, se ve ridículo. Verlo así, como si estuviera en una clase de pilates, me provoca un ataque de risa. Casi olvido que se supone que estoy enojada con él.

—Em, quiero disculparme contigo, pero si te ríes no puedo concentrarme —exclama Travis desde abajo, enfurruñado. Trato de calmar mi risa, y una vez que lo logro, el castaño continúa hablando—. Amor, la cagué y me arrepiento. Por eso voy a hacer el ridículo para demostrarte cuánto te amo y lo mucho que lo lamento.

Luego se da la vuelta y noto que él era quien reproducía la música. Había traído un speaker gigante, y al presionar uno de los botones de este, empezó a reproducir una canción: Sorry de Justin Bieber.

Por favor, que no sea lo que creo que es.

—¡Te la dedico, Emma Thompson! —exclama.

¿Alguna vez han visto el video de esta canción? Que tiene un fondo blanco y hay muchas chicas bailando perfectamente sincronizadas, y te daban ganas de aprenderte la coreografía, pero cuando intentabas hacer los pasos te dabas cuenta de que el baile no es lo tuyo.

Bueno, Travis está haciendo eso. O está intentando hacerlo, porque no le sale.

Es obvio que vio el video varias veces para memorizar lo mejor que pudo cada paso de baile, pero verlo es casi una tortura. Baila a destiempo, creo que se inventó un par de pasos y casi se cae en más de una ocasión.

Por cada movimiento que hace deja una cosa bastante clara: mi novio no sabe bailar.

Sin embargo, es obvio que hizo todo lo que pudo para montar este número, así que hago todo lo que puedo para no reírme mientras él da su mayor esfuerzo en la coreografía.

Cuando la canción finalmente termina, decido bajar las escaleras y salir al patio para hablar con Travis.

—¿Qué te pareció? —pregunta el castaño, expectante. Veo en sus grandes ojos verdes lo mucho que le preocupa mi respuesta.

—Pues... —digo mirándolo a los ojos—. Aunque fue una de las cosas más extrañas que he visto, nadie había hecho algo tan dulce y tonto por mí.

Me acerco a él, dubitativa, pero cuando estoy a escasos centímetros de Travy, no puedo evitar acortar la distancia entre nosotros y rodearlo con mis brazos.

—Te amo Emma.

—Yo también te amo Travy —respondo, dejando un beso sobre su mejilla—. Pero estás sudado, así que quítate de encima.

—Tú siempre tan romántica —contesta, girando los ojos—. ¿Podemos entrar? Quiero explicarte lo que pasó.

Accedo a lo que me pide porque necesitamos hablar sobre eso.

Padre de Mentira [COMPLETA] (FDM #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora