1O ; te amo.

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parecía que los tres se habían puesto de acuerdo para sentirse tristes y sin ánimos aquel día. era como una animación, todos y todas se veían de colores alegres, sonrientes. mientras que ellos eran grises y sin una pizca de felicidad en sus rostros.

— kwannie, ya no llores, no me gusta verte llorar. — pidió chan con un puchero al borde del llanto. no era algo de todos los días ver triste a seungkwan. y si él lo estaba, todos los estarían, porque tenía el poder de hacer sentir mejor a las personas con tan solo sonreír. pero hoy no había sonrisas.

— ¿por qué, channie? ¿por qué duele tanto? ¿por qué me tenía que molar un gilipollas como vernon, eh? — preguntó. chan sólo acarició su espalda suavemente, no había respuesta para aquello. sólo sucedía, así como así. levantó la vista para evitar que las primeras lágrimas cayeran por sus mejillas, aunque fue inútil. ambos estaban tristes, uno más que el otro, pero se entendían a la perfección.

jamás en los ocho años que llevan conociéndose habían sufrido lo que suelen llamar el mal de amores, era la primera vez que experimentaban algo parecido. la primera vez que lloraban juntos por tristeza. la primera vez que todo les parecía tan gris. la primera vez en la que las palabras no eran necesarias. la primera vez en la que sentían que con sólo mirarse podían entenderse. la primera vez en la que compartían casi el mismo dolor. la primera vez que un hombre les hacía tanto mal.

se abrazaron fuerte, llorando sin disimular ni un poco, sin importar que los mirasen. eran ellos, en una burbuja gris, encerrados mientras todo lo demás estaban tan colorido y feliz. ¿por qué todo era tan injusto para ellos?
hasta hace unos meses creyeron que aquel año sería igual que cualquier otro, pasando desapercibidos, como alumnos normales. felices de aprobar con un seis, de que los profesores falten, o de que por alguna casualidad sus cursos se unieran. era tan distinto, y la realidad no parecía querer cambiar nuevamente.

(...)

— deja eso, basta, es demasiado.— le quitó la botella de soju de las manos con fuerza, puesto a que vernon no quería soltarla, y la dejó lejos de su alcance para volver su vista al menor. que otra vez, estaba llorando. — ¿aún tienes lágrimas? — bromeó intentando calmarlo, pero sólo logró que llorara más fuerte, así que, arrepentido lo abrazó. — vamos vernon, pronto encontrarás a alguien. o tal vez no, pero no puedes pasar una eternidad bebiendo y llorando, más cuando eres menor y vas a perjudicar a tu hyung. — dijo soonyoung cogiendo un pañuelo descartable para secar las lágrimas que no dejaban de brotar de los ojos del menor.

— pero yo no quiero a otro alguien, yo quiero a seungkwan. — lloriqueó pataleando y se aferró a su mayor, empapando su hombro de lágrimas, mocos y saliva. soonyoung acarició sus cabellos y espalda intentando calmarlo y lo llevó hasta la cama, donde se recostaron y continuó mimándolo para que cesara su llanto. suspiró fuerte.

— vernonnie, yo también quiero a una persona, y esa persona no me quiere a mí. está perdidamente enamorada de su pareja, y aunque duela, debo aceptarlo y seguir. tal vez no sea la misma situación, o el consejo del año, pero es lo mejor que puedes hacer por ahora. — habló con calma, sintiendo que sus propias palabras iban dirigidas a él mismo. bajó la mirada y vio a vernon con la nariz y ojos rojos mirando hacia el techo, pensando.

— seungkwan es la única persona que supo entenderme, él estuvo allí conmigo siempre, no puedo simplemente aceptarlo y seguir. sólo quiero que vuelva conmigo, sé que aún me quiere. — dijo, estaba cegado, muerto por seungkwan. no podía soportarlo. en cualquier saldría de su casa e iría a buscar al mayor, tenían que volver, debía ser un hecho.

— no. dejalo, te estás matando, hansol. sé que duele, pero no pienses de esa forma, sólo logras hacerte daño a ti. —

pero vernon no era alguien que se rindiera fácilmente.

amar es difícil. -  juno svt.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora