sus ojos se cerraron y espalda se arqueó débilmente ante aquel caliente y húmedo tacto. se propuso dejar de pensar tanto y dejarse llevar por el momento, o de lo contrario iba a arrepentirse. no era la idea.
la mano derecha de junhui recorría todo el contorno del cuerpo de chan, deleitándose con la suavidad de su piel. y su mano izquierda realizaba círculos alrededor del pezón del menor, haciéndolo desear mientras su lengua mimaba al otro.
su garganta amenazó con soltar un gemido, pero avergonzado lo reprimió con todas sus fuerzas, intentando distraer aquellas ganas de gemir con sus manos sobre el cabello del mayor.
- no los reprimas, bebé, quiero oírte. - dijo antes de que sus dientes hicieran presencia y mordieran con delicadeza el pezón izquierdo de chan, quien no aguantó y gimió con ganas, sorprendiéndose él mismo.
dejó el botón rosado y erecto en paz, para comenzar a estimular al restante. definitivamente junhui era muy bueno con su boca. su lengua realizaba círculos tortuosos, haciendo que su cuerpo recibiera espasmos todo el tiempo, era tan, pero tan satisfactorio.
- creo que eres muy sensible justo aquí.- dijo con burla rozando sus dientes en el centro del pezón, y al instante gimió alto.
- dios...sí...- murmuró. pero ya estaba cansado de no hacer nada, así que empujó sin ser brusco a jun hasta quedar él arriba ahora. desde allí se sentía más poderoso, era increíble.
tiró los dados a su lado sintiendo las manos del mayor apretar sus caderas contra su entrepierna queriendo sentirlo más cerca, más a piel.
marcar + clavícula
bien, era simple, pero no sabía hacer marcas. aunque había oído a hansol hablar de ello con soonyoung, y además, jun se las había hecho varias veces. así que decidió guiarse por aquello, por cómo sentía cada vez que el chino le hacía una.
- con lamer, morder suavemente y succionar un poco bastará para dejar una morada, mi amor. - explicó. y chan se lo agradeció mentalmente.
no iba a hacerlas directamente.
empezó jugando con sus manos sobre el torso del mayor, llevándolas hasta el borde de su pantalón e introducir unos minúsculos centímetros sus dedos, tentándolo. pero también movió su cadera muy levemente hacia adelante, y con tan sólo aquél débil roce gimieron ambos a la vez. si eso sentía así no podía esperar por más, ya había olvidado lo bien que se sentía.- házlo otra vez, cariño...- dijo jadeante junhui ayudándolo a crear un suave y delicioso vaivén, que poco a poco los sumergia en su propia nube.
sin dejar de moverse, se inclinó hasta sus labios y lo besó repetidas veces para humedecer los suyos y bajar hasta una de sus marcadas clavículas.
besó, lamió y succionó rozando apenas sus dientes, y obtuvo una pequeña pero morada marca. además de un junhui completamente satisfecho.- lo has hecho perfecto...- murmuró en su oído levantando quedito la pelvis para simular una penetración, que le sacó un gemido agudo a chan.
los pantalones comenzaban a estorbarles demasiado. jun no esperó más y arrojó los dados obteniendo besar + muslos, y le encantó. cogió a dino de la cintura para poder dejarlo sentado a un lado y así quitarse él los vaqueros antes que el menor, quien esperaba más que ansioso.
volvió a su pollito, lo acostó nuevamente y le quitó la prenda como si fuera un bebé,aunque ciertamente lo era.- no mires tanto, hyung - pidió bajito al ver que el mayor había quedado embobado por lo hermoso que era chan, a pesar de ya saberlo.
en estas semanas que habían estado distanciados había crecido, a su parecer.
su cintura era delgada, sus piernas bien formadas y lechosas, incluso de abdomen parecía estar muy levemente marcado naturalmente. ¿dónde estaban las imperfecciones? no las encontraba. era perfecto completamente.- eres hermoso, te amo tanto... - besó el interior de su muslo izquierdo, chan jadeó-...tanto - dejó lentamente miles de besos en su piel, cada uno seguido de un te amo, o un eres perfecto, cada beso lleno de amor.
- ahh... por favor, hyun-mmh-g...- gimió cuando uno de los besos fue muy cerca de su entrepierna húmeda, ansiosa por ser estimulada directamente.
junhui rió suave y ronco.
- ¿por favor qué? dime qué necesitas, mi amor. - su respiración iba directo a donde yacía latente su glande, y aquello era una tortura enorme.- junnie...- jadeó insistente. - tócame ahí, por favor -
y el cielo sabía a los besos de junhui sobre sus labios. a sus manos acariciando su cintura. a su respiración contra la suya. a las caricias infinitas. pero el cielo también sabía a las sonrisas que no abandonaban sus rostros. a las suaves risas. a las palabras dulces, a los te amo, a los eres hermoso, eres perfecto, lo has hecho increíble. sin dejar atrás que también sabía a los ojos brillosos y radiantes de dulzura, a las mañanas en las que no tenían ganas de salir de la cama, a sus piernas entrelazadas al mirar una película, o a los peinados de shampoo que él solía hacerle luego de una noche intensa de amor.
el cielo sabía a junhui.
(...)
sus ojitos se abrieron con pesadez al sentir unos dedos entrometerse en su cabello suave y gris que comenzaba a tener nuevamente sus hermosas ondas. se estiró con fuerza logrando que la camisa del mayor que traía puesta se le subiera un poco hasta dejar a la vista el borde de sus bóxer blancos y limpios.
junhui sonrió y su rostro se colocó entre el cuello y el hombro de chan, mimándolo con su mano en su cintura.
- buenos días, mi cielo. - no se acostumbraba a aquellos apodos tan empalagantes, pero le encantaban.
se volteó para lograr ver su rostro, y sus manos cálidas e hinchadas por el frío (a pesar de no sentirlo) fueron a parar al torso del mayor formando un abrazo.
- buenos días. - dejó un piquito en sus labios y admiró los hombros descubiertos del chino, tan suaves. - ¿qué hora es?-
- cerca de las nueve, aún es temprano si quieres seguir durmiendo. - besó su frente con cariño. chan negó.
— tengo hambre. — formó un puchero para persuadir al chino, y claro que lo hizo.
— vale, podemos salir a desayunar o hacer algo sencillo, casi todas mis cosas de cocina ya están empacadas. —
aquello creó una grieta en su corazón. ya había olvidado, por un momento, que en unos días él se iría y ya no volvería a verlo.
sin embargo, sonrió. lo mejor era disfrutar de su presencia hasta el último momento.— hagamos algo juntos. — se acurrucó aún más cerca de wen, con su mejilla sobre el pecho desnudo de éste. — pero es temprano y puedes hacerme mimos. —
jun rió despacio.
— eres mi pequeñito mañoso.— sus manos acariciando suavemente su brazo y su cintura. y sus labios besando mil y una vez su cabello con aroma a vainilla y al perfume de la almohada.estaba en paz. ya no sentía ese vacío que se había instalado en él desde el quinto mes de noviazgo, ya no estaba triste, ya no se sentía perdido. junhui lograba ponerlo en calma y devolver su felicidad con pequeñas acciones, como acariciar su rostro al despertar, besar sus mejillas, decirle lo hermoso que era, o incluso cuando le preparaba una taza de colacao por las mañanas. todo se basaba en tranquilidad si del chino se trataba.
— junnie.—
— mhm...—
— si te lo pidiera, ¿te quedarías?—
(...)
1230 palabras.
esto último es de la mañana siguiente, para que no os perdáis.
felíz navidad 💖
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amar es difícil. - juno svt.
Random" - junhui del último año gusta de ti. - " Aquella fue la oración motivo por la que se acercó a wen junhui. Una persona completamente distinta a él, un amargado. Sabía que amar era algo difícil. Requería de tiempo, dedicación, confianza, respeto y s...