O8 ; palabras.

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la noche anterior no había podido ir a la casa de junhui. había surgido un inconveniente con su madre, según jihoon era sólo lo que suelen llamar bajón. no podía evitar preocuparse, desde la partida de su padre, su madre había pasado por todo tipo de etapas y eso realmente le afectaba a sus tres hijos, pero sobre todo al pequeño lee jung chan. tenía un corazón frágil, lloraba con tan sólo ver a alguien hacerlo, sufría junto a su madre, junto a sus hermanos, junto a las personas que apreciaba. quería pensar que pronto se recuperaría y volvería a sonreír como siempre, la sonrisa de su madre era la mejor de todas. deseaba no dejar de verla nunca, a pesar de tener sus discusiones.

se disculpó por mensaje tecleando un: "Junnie, lo siento. mi mamá se siente mal y no quiero dejarla sola, prometo compensarlo. saludos a tu amigo, te quiero.💖".

por suerte, junhui no se había molestado. le mencionó que si ocurría algo no dudara en llamarlo y él estaría allí inmediatamente. sentía los cuatro extremos de su corazón explotar con tan sólo leer sus mensajes. era increíble, se sentía libre y vivo con él. estaba completamente enamorado de wen junhui. no había dudas, ninguna.

el despertador sonó anunciando las seis de la mañana. apenas abrió los ojos pudo sentir su cuerpo punzar de dolor. la clase de educación física lo había dejado devastado, pero ahora se sentía muchísimo peor.
hacer ochenta abdominales seguidos no le había resultado nada fácil, lo podía notar en el fuerte dolor que sentía en todos sus músculos. por supuesto que no se levantaría, ni siquiera tenía fuerzas para avisarle a junhui que no fuera por él.

su madre y jihoon probablemente estaban ya en sus respectivos trabajos, sólo quedaba seokmin y él en la casa. pero su hermano tenía el sueño extremadamente pesado, sólo despertaba con su tono único de despertador, parecía una roca.

observó las puertas de su clóset abiertas desde la misma posición con la que había despertado. analizó sus prendas. eran todas varias tallas mayores a lo que deberían ser, la mayoría eran de colores variados. le había costado muchísimo encontrar su estilo, y aún estaba en un proceso de acabar de encontrarlo. suspiró pensando en que junhui era alguien perfecto, sus prendas eran hermosas, tonos oscuros y de buena marca. se sentía poca cosa a su lado. sentía que cada vez que salían juntos a la calle, la gente los miraba raro por ser tan distintos. uno vestido a la moda con ropas oscuras, y otro con rizos horribles y ropa digna de un circo.

no supo cuánto tiempo estuvo pensando en ello hasta que la puerta de su habitación se abrió dejando ver a junhui con el uniforme del colegio y su mochila en hombro.

— ¿qué mierda haces acostado, channie? vamos a llegar jodidamente tarde. — habló dejando sus pertenencias a un costado de la habitación a la par que observaba los ojos cansados de chan que le rogaban no ir.

— me siento mal. — dijo puchereando, aquello ablandaba por completo a junhui, que se acercó hasta sentarse a pocos centímetros de su cuerpo acurrucado bajo las mantas y colocó su mano sobre su frente.

— no tienes calentura, ¿qué te duele? — preguntó peinando uno de sus locos rizos entre sus dedos. — apuesto a que es porque ayer tuviste clase de educación física. — levantó una ceja sonriendo con burla.

— sshh, no te burles, me duele hasta la uña del dedito meñique del pie. — pataleó usando la voz más tierna que pudo, frunció los labios y miró al mayor con ojos húmedos a propósito, era un excelente actor. — porfiiis, quédate, quédate, quédate, ¿sí? — rogó haciendo todo tipo de caras tiernas y suplicantes. junhui no pudo resistirse y en respuesta se quitó el saco dejándolo a un lado y desabotonó los primeros botones de su camisa a la vez que se quitaba los zapatos.

— sólo porque me lo pides de esa forma. — se excusó acomodándose bajo las frazadas y cogió con cuidado el cuerpo del menor comenzando a acariciar su abdomen en busca de relajar sus músculos. — te duele porque jamás haces ejercicio, si lo hicieras más seguido te aseguro que no sentirías nada. — habló sin intención de insinuar algo, pero chan puchereó. sintió que era una indirecta a su físico, que debía ejercitarse porque estaba gordo y así no le gustaba a junhui.

amar es difícil. -  juno svt.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora