3 2; corazón lleno

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odiaba usar traje. odiaba que la corbata le provocara la sensación de ahorcamiento. odiaba las camisas dentro del pantalón de vestir. odiaba los zapatos formales y el ruido estúpido que hacían al caminar.

— quita esa carita. — canturreó jun acomodándole correctamente el saco. al menos a ese chino de dos metros, el traje le quedaba hermoso, incluso tenía gel en el cabello. era un chino con clase.

— no quiero ir, van a mirarme todo el tiempo.— se quejó.

hace dos días que salió del hospital, dos días en los que hansol y seungkwan se quedaron en su casa, dos días en los que jihoon y seokmin iban y venían al juzgado, dos días que habían sido un martirio.
y ahora debía ir él, junto a sus hermanos (junhui iba de metido), al juzgado para ponerle fin a esa situación confusa con su madre. no quería que nada malo le pasara.

— voy a estar justo detrás de ti, con soonyoung. no tienes por qué preocuparte, que si te miran es porque eres precioso. — besó su naricita y extendió su mano para que chan la cogiera, y eso hizo.

— ¿y si me mandan a una casa para niños y niñas hasta que cumpla dieciocho?— preguntó preocupado con los ojitos tristes y el cabello cubriéndolos débilmente. jun negó.

— no pasará eso, irás con jihoon si todo sale como debería, y si no, con seokmin.—

eso no lo dejaba tan tranquilo, ¿cómo se suponía que debía acabar todo? ¿cómo era ese si todo sale como debería? estaba muy nervioso, y asustado. ¿y si su madre acababa presa?

— mhm... ¿me amas? — preguntó para distraerse de todo lo que estaba pasando. junhui rió suave y lo apretó contra su cuerpo.

— te amo. — aseguró.

— también te amo. —

(...)

el lugar era enorme. había demasiada gente importante, o eso aparentaban. sus manos comenzaron a sudar, ¿qué debía decir? ¿por quién debía hablar? ¿por jihoon o su madre?
la situación era completamente abrumadora, jamás se imaginó algo así. si en un pasado le hubieran dicho que a sus diecisiete años iba a estar en un juicio siendo la víctima, en donde su hermano demandaba a su madre, se reiría.

— amor, ¿listo? — preguntó a modo de saludo soonyoung, quien traía un gorrito dado a que el día anterior le habían hecho un análisis en la cabeza, y habían tenido que cortar un pedazo de su cabello.

— no, quiero ir a casa a comer gominolas y ver pororo. — dijo con una sonrisa nerviosa. los mayores rieron un poco.

junhui se había acostumbrado a la relación tan unida que tenían soon y chan, de hecho le parecía súper tierno verlos llamándose con apodos amorosos. eso le aseguraba que su pollito iba a estar muy bien cuidado cuando se vaya. no tenía que preocuparse por ello.

— chan, vamos. — llamó jihoon, quien también vestía un traje. asintió y le dio un último besito de buena suerte a jun y soonyoung (claramente al de ojos de tigre en la mejilla).

y la sesión empezó.
giró su cabeza y logró ver a su madre, parecía despreocupada, como si ya supiera cómo iba a terminar todo eso. le asustaba.

sabía que ella jamás se había preocupado demasiado por él desde la muerte de su padre, que sus hermanos se habían ocupado de todo, lo habían llevado al médico, a la escuela, le habían comprado ropa, comida, útiles escolares. habían tomado automáticamente el labor paternal y maternal a su corta edad.
pero a pesar de todo eso, amaba a su mamá, y no quería que saliera mal de allí dentro.

que jihoon tuviera su custodia no le molestaba. le parecía tan tierno que se preocupe por él al punto de pedir aquello, se dio cuenta de que era amado, de que jamás dejó de ser amado, que era una de las personas más importantes en la vida de su hermano mayor.

no prestó atención a todo lo que aquel hombre mayor y con traje decía. su mente viajaba a su infancia, cuando su papá lo tomaba en brazos y lo lanzaba al cielo para que tocara las estrellas y volvía a agarrarlo fuertemente sacándole miles de risas y sonrisas contentas. ese recuerdo pasaba en cámara lenta, una y otra vez, una y otra vez, y otra, y otra.

hasta que desde el asiento de atrás, junhui movió su brazo y lo hizo salir de su nube, poniendo atención ahora sí, a lo que el señor decía.

— sin someter a declaración al menor de edad lee jung chan, y con la sensatez de los resultados médicos que indican depresión temprana, ansiedad, anemia tratada en grado menor, y estrés causados por la falta de atención, dedicación y amor por parte materna, me complace declarar que la custodia pasa en estado total al mayor de edad lee jihoon. creyendo solemnemente que la madre sanguínea biológica no tiene los requisitos, ni la madurez para continuar al lado del menor, dando así una orden de alejamiento que se renovará cada cinco meses si así lo desea el tutor de lee jung chan. se cierra la sesión. —

no pudo procesar todo rápidamente, sólo sintió los brazos protectores de jihoon abrazándolo con fuerza mientras lloraba, jamás lo había visto llorar. así que,lloró él también, preso de la emoción confusa.

sólo sabía que eso significaba que ahora, su tutor era su hermano mayor y que ya no podría ver a su mamá. así que, también lloró por ello. hacia bastante tiempo que no la veía, y ahora que lo hacía, aunque sea en esas circunstancias, pero ya no iba a poder verla hasta que jihoon dejara de renovar la orden. o hasta que sea mayor y se sienta preparado para ello.

— ¿sí sabes que te amo y que eres mi hermano pequeñito favorito? — habló con la voz temblorosa separándose de él y secando sus lágrimas. chan asintió.

— no me dejes nunca. — pidió en voz baja abrazándolo de vuelta.

— jamás. —

pronto, seokmin se unió al abrazo. y no pudo sentirse más en paz, sus hermanos estaban con él, llenándolo de calidez y de amor. tenían una unión muy especial, además de la biológica, se amaban como nadie. y sabía que podía confiar en ellos, porque a pesar de no haber entendido mucho el caso, había terminado sintiéndose tranquilo, con el corazón lleno.

(...)

1045 palabras.

medio aburrido, perdón

amar es difícil. -  juno svt.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora