2O; hundido

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hansol dejó caer las latas.

chan, sin poder moverse, buscó ayuda en los ojos de seungkwan, pero este lo ignoró mirando a vernon con la boca abierta enormemente y las manos aún como si tuviera las latas en ellas.

¿qué se suponía que debía responder? no le gustaba soonyoung, pero no negaba que había más de una cosa que amaba de él (además de ser completamente majo) como su atención a todo lo que le contaba, su sonrisa al verlo reír, sus manos acariciando su cabello, la disposición con la que atendía sus pedidos de ayuda, sus abrazos, su forma de subirle el autoestima aunque sea por unos minutos. era... era una persona increíble.

pero no sentía amor. ya no sentía amor por nadie, ni siquiera por jun a pesar de seguir enamorado, se sentía raro, pero definitivamente no era amor.

aunque, también necesitaba de alguien que esté preocupándose por él, que le de la atención que hace mucho no le daban, las palabras lindas, abrazos, un pañuelo para sus lágrimas.

y soonyoung hacía todo eso.

— sé que es repentino...— dijo el mayor bajando la mirada sintiendo que aquel silencio había sido un rotundo no. — perdón por decir tantas gilipolleces. — se disculpó, pero antes de que pudiera ponerse de pie, chan lo cogió de la muñeca abrazándolo con fuerza.

— sí quiero. — susurró cerca de su oído, logrando que el mayor sonriera fortalenciendo aún más el abrazo. seungkwan gritó cubriendo su boca con sus manos, y hansol continuaba medio en shock pero con una leve sonrisita.

estaba haciendo lo correcto, ¿verdad?

— te prometo que no vas a arrepentirte. — se separó un poco de su cuerpo para besar su mejilla una y otra vez, sin sentirse completamente listo para besarlo en los labios.

realmente esperaba estar haciendo lo correcto.

(...)

las clases habían acabado y por suerte, no tenía ni una sola materia desaprobada, por lo que ya no tenía la obligación de ir. pero seungkwan sí debía rendir, dado a que estuvo internado un buen tiempo se había perdido los exámenes y ahora estaba en aprietos.
ni él ni hansol querían que kwan se moviera demasiado, así que se ofreció para buscarle unos libros a la biblioteca del colegio. y así hizo.

no le molestaba para nada ayudar a seungkwan en lo que más pudiera, de hecho, necesitaba despejarse un poco y caminar era una buena opción.
la noche anterior había borrado el contacto de junhui, las fotos no, no podía. al menos no ahora. y ciertamente, haberlo borrado le había afectado un poco, ya que debía aceptar que estaba comenzando una vida nueva, sin él. sin su junnie. y dolía como el infierno, ardía, su corazón ardía.

entró al colegio luciendo su nuevo color de cabello, gris. le encantaba, pero extrañaba sus rulitos naturales, aunque hansol le había dicho que luego de que el alisado dejara de hacer efecto volverían. confiaba en él.

caminó mirando el suelo, no quería encontrarse con ninguna cara conocida, temía a que todos supieran lo que había pasado y que se burlaran de él por ser el engañado. no tenía ganas de aguantar a nadie.
y ya entrando a la biblioteca lo escuchó, su hermosa y embriagante voz.

— chan...—

volteó con miedo, y efectivamente era él. estaba igual que siempre, solo que su cabello estaba débilmente más claro y algo descuidado. y sus ojos eran adornados por ojeras sutiles. supuso que era por estudiar mucho.

pero no quería verlo.

— ¿cómo estás? — preguntó. ¿cómo se atrevía a preguntarle cómo estaba? después de todo, ¿por qué lo buscaba? ya había tenido suficiente.

— bien. — respondió por lo bajo y se dio la vuelta. no estaba de humor. pero su fría y gran mano rodeó su muñeca y sintió una corriente eléctrica pasar por toda su espina dorsal. así que, a la defensiva y con su orgullo en alto, se soltó.

— yo... lo siento — estaba nervioso, pudo notarlo en su postura. y él ya no quería aguantarlo más, no quería verlo, no quería nada porque sabía que si seguía hablándole iba a ceder a él. — me gustaría... me gustaría que hablemos. — dijo en voz baja.

sintió su corazón agitarse enojado y sus ojos se cristalizaron de la tristeza, la impotencia y de el maldito poder que jun tenía sobre él.

— ¿hablar de qué? — preguntó irónico. — no quiero hablar, no quiero volver a verte, ¿qué no lo entiendes? — con todo el dolor del mundo suspiró y siguió   — ¿para qué quieres que hablemos? ¿para seguir haciéndome daño? ¿para eso? déjame en paz. — su corazón se estrujó al pensar que aquello lo pudo lastimar, pero ya no sabía qué hacer. estaba perdido.

entró a la biblioteca y se sentó en una de las mesas llevando sus brazos a esta y su rostro entre ellos. y soltó. soltó en forma de llanto todo su dolor, su cansancio, sus escasas ganas de seguir fingiendo una sonrisa. estaba tan cansado de sentirse así, tan vacío, tan neutro. no tenía idea de cómo hacer para dejar de sentirse así.

se estaba hundiendo y tenía miedo de ello.

(...)

estando frente a la puerta de quien ahora era su casi-novio, se replanteó si estar allí estaba bien. pero, realmente lo necesitaba, así que sacudió su cabeza y tocó la puerta un par de veces.

espero pacientemente a que abriera, y al hacerlo, se abalanzó sobre él buscando sus labios y uniéndolos con los suyos en un beso un poco torpe y desesperado. el mayor por supuesto que no se negó, estaba enamorado del de cabellos grises, y que sea él quien tomó la iniciativa lo tomó por sorpresa.
sus manos tocaron la cintura de chan en busca de una leve separación, pero este último no lo dejó y cerró la puerta con una patada antes de empujarlo hacia el sofá más cercano y acabar él sobre el mayor.

fue allí donde se dio cuenta de que estaba haciendo una locura. estaba pensando sólo en él y no en soonyoung. se sorprendió de sí mismo, ¿qué hubiera ocurrido si no hubiera reaccionado?
se separó de golpe mirando al mayor con los ojos bien abiertos y los labios hinchados.

— lo siento, hyung... lo siento. — se disculpó incorporándose en el sofá y acabando sentado como se corresponde. soon lo imitó con una sonrisita.

— no te preocupes...— murmuró un poco, sólo un poco incómodo. — ¿estás bien, channie? — preguntó acariciando sus cabellos. no negaba que estaba más que felíz por haber sido besado por la persona que más quería, pero ahora debía ignorar aquello y ponerle atención a él.

— creo... creo que no. — dijo con la mirada en el suelo mientras jugaba con sus manos, arrepentido de lo que había hecho.

— ven, anda. — pidió con los brazos abiertos.

y chan lo abrazó, se aferró a él porque era la única persona que lo quería de esa forma. porque sabía que no iba a alejarse. porque sabía que soonyoung lo quería. porque estaba siendo un jodido egoísta.

(...)

1155 palabras.

amar es difícil. -  juno svt.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora