3O; cancelar o no

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tenía sólo una semana y media para estar con chan antes de irse. y su estado de salud le partía el alma, porque sabía que no iban a poder disfrutar como hubieran querido. pero no iba a dejarlo solo, lo cuidaría hasta el final, se aseguraría de que tomara sus pastillas, que comiera, e iba a cuidar sus sueños.

se sentó al lado de la camilla y acarició sus cabellos sintiéndolo áspero, no estaba suave como siempre. su piel lucía muy palida y seca.

no supo cómo, pero chan era su corazón, se había convertido en su principal prioridad (incluso más importante que él mismo), y con sólo pensar en que no iba a verlo más por varios años lo debilitaba psicológicamente. él era su razón para seguir adelante, su felicidad, su mundo, su todo.

sus ojos se llenaron de lágrimas cuando lo vio despertando. sus manos temblaron sobre su cabello gris.

— lo siento — susurró con dificultad el menor. su voz salía bajita y débil. junhui soltó las primeras lágrimas besando una y otra vez sus mejillas.

— no, no te disculpes. — negó pegando su frente a uno de los lados del rostro del menor. — no tienes por qué. —

chan suspiró con calma.

— que por mi culpa ya no tienes una maleta nueva. —

¿se podía ser más bueno y tierno que eso? porque no lo creía.

jun rió aún llorando, se secó las lágrimas y volvió a besar su mejilla. su corazón latía con fuerza cada vez que veía a su pollito, estaba más que enamorado.

— te amo tanto, tanto, tanto. — dijo con los ojos cerrados contra su rostro. — me diste un gran susto. no sé qué haría si algo malo te pasara, así que por favor, cuídate. no tienes que dejar de tomar tus medicamentos, tampoco dejes de comer bien, ya estás muy delgado. voy a llenarte de sopa para que tengas una pancita gordita. — chan rió e intentó llevar su mano al rostro del mayor, pero la intravenosa lo impidió.

— ¿vas a cuidar de mí cuando salga de aquí? — preguntó.

— por supuesto que voy a cuidarte, mi amor. — lo miró. sus ojos brillosos y cansados, las mejillitas rosaditas y una débil sonrisa en sus labios pálidos. — te amo mucho, ¿tu me amas? —

— ¿qué pregunta es esa? te amo muchísimo, con todo mi corazón. — levantó un poco la cabeza para tocar su nariz con la suya y se volvió a recostar, pues no tenía fuerza y le dolía todo.

así que, junhui hizo el trabajo. besó sus labios, humedeciendo cada centímetro de ellos, llenándolo de amor y energías.

pero la puerta se abrió de golpe y una horda de personas entró medio gritando.

— ¡lee jung chan! ¿qué no piensas en mi débil corazón? ¡casi me infarto cuando tu hermano enano me llamó! — gritó seungkwan dejando su abrigo a un lado, y al ver al chino se calló. — uy, ¿interrumpo?—

— nop.—

— sí. — respondieron al mismo tiempo.

— bueno, menos mal. — ignoró com gracia a jun y besó la frente del menor. — ¿cómo te sientes? —

— kwan me dejó sordo en todo el camino aquí. — se quejó vernon dándolo un beso en la mejilla y un apretón de manos al mayor. — me preocupé mucho por ti, channie. — puchereó.

— lo siento, pero estoy bien. — respondió con una sonrisa. — ¿y mamá? — preguntó hacia sus hermanos, quienes se miraron entre sí dudando en qué responder.

— eh... trabaja, seguro viene luego.— habló seokmin acercándose a él y le acarició el rostro con cariño. — ¿sabes lo mucho que te amo y que no puedes darme un susto así otra vez? voy a encerrarte en una cajita de cristal para siempre, para que no crezcas y para que nada malo vuelva a suceder. — rió.

chan sabía que su madre no vendría. pero lo ignoró, no era el momento para estar tristes. su vista viajó al chico de la esquina, soonyoung.

— soon, ¿no vas a saludarme? — bromeó extendiendo su mano libre hacia él. junhui se alejó de la camilla para darle lugar.

— lo siento, quería que te saludaran primero. — sonrió besando una y otra vez su mejilla y su mano. — ¿estás mejor, amor?—

jun se tensó ante el apodo, tenía entendido que ya habían terminado. sin embargo, no dijo nada.

— un poco, ¿tú estás bien? —

— ahora que te veo despierto, lo estoy. — le sonrió como siempre. jamás quitaba esa sonrisa.

— chan, que yo nunca te doy órdenes ni nada, pero, más vale que te tomes las jodidas pastillas o voy yo y te las hago tragar. — advirtió seungkwan señalándolo acusadoramente. el menor asintió con el brazo adolorido, la intravenosa era incómoda.

— lo haré, no os preocupéis.— sus ojitos fueron hasta jun, quien lo miraba con amor y una sonrisita desde un rincón de la habitación.

— dejad de mirarse así, me incomodan.— se quejó jihoon haciendo una mueca de asco y hansol rió escandalosamente.

— será porque usted está más solo que un perro, eh, hyung. — se burló el americano, y antes de que pudieran atentar contra su integridad física, se escondió atrás de seungkwan. — vale, vale, ¿que os parece si dejamos a channie descansar? —

todos estuvieron de acuerdo.

— vale, pero alguien debe quedarse. — indicó soonyoung. — yo con gusto, pero mi mamá está algo enferma y la he dejado sola, perdón, hermoso. — se disculpó peinando su cabello.

— no pasa nada. — bostezó. — podéis iros tranquilos, nada va a pasarme aquí.—

— de ninguna manera. — negó seokmin. — tu solo no te quedas, o me quedo yo o se queda junhui porque jihoon trabaja y vosotros dos sois menores. — señaló a hansol y seungkwan, quienes bufaron desanimados. ya habían planeado una fiesta ahí dentro y el de sonrisa grande había arruinado su plan.

— vale, me quedo yo, vosotros ir. — habló el chino acercándose a la camilla nuevamente y se sentó donde antes. — que está en buenas manos, no os preocupéis.—

— junhui tiene razón, está en buenas manos. mañana volvemos, chan. — dijo soonyoung besando por última vez su mejilla. — nos vemos, duerme bien. —

(...)

— siempre te apoyo en todo, pero esto, jun, es demasiado. — dijo dudoso wonwoo caminando a la par de su amigo chino, que chasqueó la lengua.

— tu sabes por qué lo hago. —

— pues, no parece buena idea que lo canceles a último momento. ni siquiera le has dicho a chan. — continuó en sus trece. sus manos en los bolsillos y los lentes medio congelados por el frío.

junhui había salido del hospital únicamente para que wonwoo lo acompañara a cancelar el pasaje. tan sólo en una semana y media se iría, y no quería hacerlo si chan estaba enfermo. no iba a dejarlo así.
estaba decidido.

o no.

— piénsalo mejor. — frenó el de lentes cogiendo su brazo para que lo mirara y a la vez frenara su caminar. — mañana le dan el alta a chan, con todo el amor que va a recibir por parte de sus amigos, sus hermanos y tuyo, estará bien para el viernes, es lunes. les quedarán unos días para hacer lo que quieran y ya luego podrás cumplir lo que tanto anhelas. — explicó. y tras soltar un suspiro continuó. — yo te entiendo, amas a chan y él a ti, pero si me pongo en tu lugar, yo que ti no me quedaría. — junhui bajó la mirada pensándolo. — si te vas, tendrás un puesto increíble, el que siempre quisiste, una buena posición económica, estarás con tu familia. pero si te quedas, sólo tendrás a chan, aquí no tienes un trabajo estable. ganas un sueldo miserable en esa farmacia de los cojones. ya una vez que estés bien de dinero, podrás venir. — terminó.

tenía razón. wonwoo tenía razón siempre.

perdón, chan.

(...)

1260 palabras

amar es difícil. -  juno svt.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora