1 2 ; por primera vez.

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todos y todas le tememos a lo que nos hes nuevo, aunque se diga que no. tememos mínimamente a lo que pueda pasar, a lo que lo nuevo conlleve, a las consecuencias. y así se sentía lee jung chan.
aquel gemido no hizo más que encender un interruptor en junhui, que pegó su pelvis a la del menor e hizo que rodeara su cadera con sus piernas sin separarlo de la isla. una posición realmente comprometedora.

— quiero hacerte mío ahora. — susurró el mayor contra su oído. todos los nervios de chan comenzaron a subir a su organismo provocando que sus mejillas se volvieran de un rojo intenso. sus ojos se mantenían cerrados contra el cuello del chino y sus manos habían bajado, en algún momento que no supo, a su pecho. apretaba con fuerza la camisa de su novio.

si respondía si iba a sentir como un adolescente necesitado e idiota, por lo que sólo asintió varias veces rozando su nariz y labios con la piel pálida del mayor. pero aquello pareció ser suficiente para él ya que lo cogió y rápidamente lo dejó acostado sobre la cama estando él sobre su delicado cuerpo que comenzaba a tener miles de espasmos ante cualquier roce del mayor.
tenía miedo a abrir los ojos, ver en la situación que estaban y acabar por arrepentirse. no quería verse, ni imaginarse. en su mente no había nada más que el hombre que le provocaba miles de sentimientos. sólo él.

— te amo. — pronunció bajito y tiró la de nuca del mayor para unir sus bocas en un beso lento, lleno de amor, de "te amo", dulce como el caramelo. hasta que jun se atrevió a meter su mano dentro del suéter y la camiseta del menor, quien apenas sintió su fría piel tocar la suya curvó suavemente la espalda y entreabrió los labios dejándole el paso libre a la lengua de junhui.

— dime si debo detenerme. — habló seguro el mayor separándose de sus labios para proseguir a besar su cuello con parsimonia. mordió su piel dejando una pequeña marca allí, amando la sensibilidad del menor. y así, la longitud de su cuello acabó lleno de marcas violáceas y rojizas.

las manos de chan temblaban, pero no quería quedarse quieto. no quería sentirse primerizo, quería que junhui lo viera como un adulto, o un casi adulto. por lo que sus manos viajaron hasta el borde de su camiseta, adentrándose en ella y acarició todo lo que había a su alcance. sabía como era el cuerpo de jun, aún así, parecía que era la primera vez que lo tocaba. se sentía totalmente distinto a las veces en las que lo veía pasearse sin camiseta, o dormir sin ella. todo era nuevo. las sensaciones eran nuevas.

se sentía en el cielo si era junhui quien lo tocaba.

(...)

— ¿por qué cojones no viniste a dormir, lee chan? — preguntó un enfadado seokmin viendo a su hermano menor dejar su mochila sobre el suelo, al igual que sus llaves.

— lo... lo siento, debí avisar. — se disculpó avergonzado. últimamente la palabra "dormir" no le estaba gustando, mucho menos con lo sucedido la noche anterior. no quería ni pensarlo, se sentía apenado a pesar de haberle gustado.

— ¿debiste avisar? ¡por supuesto que debías avisar, gilipollas! mamá ha estado mal y tú no estabas para atenderla, estás castigado. no tienes permiso para salir hasta dos semanas. — sentenció. chan lo miró fulminante, ¿le estaba echando toda la culpa encima? no iba a permitir eso.

— ¿y tú dónde estabas, eh? ¿por qué debo ser yo quien siempre esté en casa? ¿por qué debo cargar yo también con los problemas de mamá? ¿dónde estás tú y jihoon hyung cuando los necesito? joder, vete a la mierda, seokmin. — habló cortado y caminó a paso rápido hasta su habitación, cerrando la puerta fuertemente.

estaba sensible, física y emocionalmente. no sabía cómo se sentía, ¿cómo debería sentirse ahora? acababa de discutir por una estupidez y ya estaba llorando como si hubiese sido algo muchísimo peor. odiaba ser tan dramático, odiaba tener que sentirse como una montaña rusa de emociones, odiaba discutir, en ese momento odiaba absolutamente todo. incluyendo a junhui por haberle dicho que debía volver a su casa.

amar es difícil. -  juno svt.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora