sentía que su cabeza iba a explotar, ¿cómo se suponía que debía procesar todo lo que le había dicho? era lo que siempre había deseado, que le dijera todas aquellas palabras hermosas. pero jamás se imaginó que se las diría todas juntas y en aquellas circunstancias. se sentía cohibido, y aquel abrazo repentino no lo ayudaba, mezclaba aún más sus pensamientos.
— pollito...¿hay posibilidades de que me perdones?— preguntó junhui sin dejar de abrazarlo.
claro que las hay, tonto. pensó.
— no lo sé... tal vez sí. — murmuró con la voz amortiguada, pues su rostro estaba casi pegado al cuello del chino, quien sonrió y se separó sólo un poco para mirarlo a los ojos.
— te amo. — dijo simplemente antes de coger las mejillas del menor y dejar un corto, pero significativo, beso en sus labios.
aquella acción lo nubló. ¿a quién engañaba? amaba a junhui, con todo su ser. no podía continuar con su papel de niño resentido y enojado cuando le había dicho tantas cosas hermosas y que sabía que no lo decía en broma. ¿iba a ceder por sólo unas palabras de amor? sí, lo haría, ¿era lo correcto? probablemente no, pero ya no aguantaba, ¿estaba siendo un idiota? claro que sí.
los segundos siguientes fueron como una película romántica; sus piernas acorralaron a junhui contra su cuerpo, y sus manos, sus temblorosas manos, pararon en los cabellos de su nuca impulsándolo hacia abajo para poder atrapar sus labios.
de repente sintió miles de flores florecer en su corazón, su pecho picaba sintiendo lo mucho que había ansiado besar aquellos labios tan hábiles y tan suyos, moviéndose en una sincronía lenta, logrando transmitir todo el amor, lo mucho que se habían extrañado y un poco de tristeza al saber que ese sería uno de sus últimos besos antes de que jun se fuera.— creo que estoy perdonándote. — dijo con una gracia leve mientras sus frentes se unían y sus narices rozaban. wen le robó un beso corto antes de sonreírle de una manera que jamás había visto. su sonrisa era tan hermosa, y era una lástima que nunca la dejara apreciar.
— me haces muy felíz, ¿sabes? — confesó separando sus rostros para poder verlo mejor, un leve sonrojo adornaba las mejillas de chan, y las suyas también.
— he logrado que te sonrojaras por segunda vez. — señaló picando con su dedo una de las mejillas del mayor. sus ojitos de gatito brillaban nuevamente, aquel brillo característico había vuelto.
— en realidad, siempre hiciste que me sonrojara, pero he logrado disimularlo cubriendome con algo. tu provocas demasiadas cosas en mí, chan. —
— ¿cuándo te vas?— preguntó ignorando completamente las palabras de jun, que se sintió algo confundido ante aquello, pero supuso que a chan le gustaba pagar con la misma moneda. y lo aceptó.
— el veinticuatro de este mes. —
realizando cálculos faltaban sólo dieciséis días. se sentía triste, pero no iba a demostrarlo.
— jamás creí que te fuera a gustar trabajar en algo relacionado con informática. — dijo bajándose del pupitre y doblando la manta.
— siempre ha sido una de mis metas, bueno, desde hace casi ocho años. — agregó viendo como chan se acomodaba el gorrito.
así que es su meta...
— ¿ya te vas? — preguntó algo desilusionado dejando atrás el tema de su viaje. el menor asintió.
— quedé con alguien.—
— ¿soonyoung? —
el peligris frenó sus acciones por unos segundos hasta reaccionar, y negó.
¿él sabrá de lo suyo con soon?— no, seungkwan. — corrigió. junhui suspiró.
— channie, yo sé de lo vuestro. —
— ¿de qué hablas? — preguntó haciéndose el desentendido. era obvio que hablaba de kwon y él, sólo quería oírlo decir.
— de que soonyoung y tú sois novios. — chan soltó una risita minúscula.
— no somos novios... simplemente hemos tenido algo que no funcionó y hemos decidido dejarlo. —
música para mis oídos. pensó el chino.
comenzaba a sentirse en su lugar nuevamente. y su lugar era junhui.
(...)
— acepto y apoyo que queráis volver, realmente tenéis mi aprobación. — dijo seungkwan con una sonrisa y con las manos sobre la taza caliente.
— me alegra oír eso, pero ni siquiera lo he perdonado del todo. — revolvió el café con calma y dejó la cucharita a un lado. el día estaba un poco más frío de lo previsto.
— ¿ah, no? pero lo has besado, eso es un gran, gran avance. — exasperó. chan rió.
— pues, sí. simplemente no quiero que se vaya sin antes haber disfrutado de su compañía, voy a extrañarlo muchísimo. además, él es muy guapo, seguro se olvida de mí al primer día y se consigue otra pareja mientras yo continúo solo por el resto de mi vida. — habló con una pizca de drama, sacándole un chasquido al mayor.
— qué dices... eres muchísimo más guapo que él, apenas se vaya nos iremos de fiesta y te follas al primero que te parezca mono, bueno, te folla él a ti. — rió. y su acompañante se sonrojó de pies a cabezas bebiendo con nerviosismo su café.
— deja de decir gilipolleces, no he hecho esas cosas hace meses. —
esas cosas, já. comenzaba a odiar a su inconsciente.
— ¿cómo que esas cosas? sexo, chan. — corrigió con calma. — por eso mismo te lo digo, hace mucho no follas, es perfecto. sólo aguanta unas semanas más y listo, o si no puedes, vé esta noche al piso de junhui y asunto solucionado. — pausó únicamente para morder su dulce de crema. — es más, tengo algo que os va a servir. — dijo entusiasmado buscando algo en su bolsillo trasero. — ten, usarlos sin vergüenza. luego me agradeces. — sonrió extendiéndole dos dados.
chan los cogió con timidez, y los observó con curiosidad.
besar... morder... marcar... clavícula... muslos... ¿qué? seungkwan era una caja de sorpresas.
— ¿qué cojones es esto?— preguntó con el ceño fruncido. el mayor lo miró sin poder creerlo.
— ¿no lo entiendes? son dados, en uno hay acciones y en otro partes del cuerpo. tú los agitas y los tiras, házlo. — pidió, y chan los agitó y tiró sobre la mesa. — mira, "besar" y "cuello", entonces vas y le besas el cuello. no es tan difícil, y es muy divertido. — horrorizado, lee agarró los dados y los guardó en su bolsillo.
— ¿qué tiene de divertido? es raro, y para adultos. —
— chan, técnicamente ya eres casi adulto, y jun lo es, no veo nada de malo. además te los has guardado, te los regalo. —
seungkwan estaba loco si creía que iba a usar esas cosas.
(...)
1060 palabras.
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amar es difícil. - juno svt.
Random" - junhui del último año gusta de ti. - " Aquella fue la oración motivo por la que se acercó a wen junhui. Una persona completamente distinta a él, un amargado. Sabía que amar era algo difícil. Requería de tiempo, dedicación, confianza, respeto y s...