CAPÍTULO 54

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CORREGIDO.


Tengo calor y siento que me falta el aire. Me remuevo intentando salir de donde estoy. Me incorporo rápidamente y me quito la sabana blanca que me tapa. Miro a mi alrededor, intentando situarme. Reconozco donde estoy, es la misma casa donde estuve con Lydia, Jax y Leo.

El pelo hasta la cintura me molesta demasiado así que me hago un moño descuidado con el mismo pelo. Me ha crecido muchísimo en estos meses. La cabeza me da vueltas y tengo que masajearme la sien unos segundos para que el dolor sea menos intenso. Suspiro y dejo caer los brazos a cada lado de mi cuerpo.

Tengo vendas por el cuerpo y las heridas ya no me duelen tanto. Me las han curado y atendido, y agradezco mentalmente a quien me lo haya hecho.

A mi lado, tumbado, relajado y dormido se encuentra Niall, que entre sueños estira el brazo queriendo buscar algo mientras suelta algunos gruñidos casi inaudibles que se ahogan en la almohada. Su pelo está recogido en una cola y hasta dormido es guapo, aunque aun se me hace extraño verlo con el pelo tan largo.

Me levanto de la cama, con solo una camiseta de hombre demasiado grande para mi y me acerco a la ventana. La abro despacio intentando hacer el menor ruido posible, para no despertar a Niall. Observo la noche mientras una brisa de aire me despeina el pelo y me abraza la cara. Eso me tranquiliza y siento mi cabeza menos pesada, antes me dolía horrores.

No se cuanto tiempo llevaré dormida, pero me han curado todas las heridas y no me he despertado, espero no tener nada grave. Aunque no los creo ya que nada me duele excesivamente, pero siento mi cuerpo algo pesado y tenso, no me siento ágil ni totalmente recuperada, pero estoy mejor.

La noche hoy es clara. No hay nubes y la luna está menguante pero alcanzo a ver muchas estrellas. Creo que nunca he visto tantas estrellas y relucir tanto. Es precioso.

Por unos instantes me permito desconectar. Olvido los último el último año e imagino que sigo viviendo con los humanos. Cuando no tenía tantos problemas, ni ningún contacto con rogues y hombres lobo.

Imagino que todavía mi madre sigue viva, ella me consolaba cuando estaba mal y me ayudaba en todo lo que podía con mis poderes. No era la mejor madre del mundo, como todas, ella tenía defectos, pero se que es la persona que más me querrá en el mundo y odio no haber podido si quiera despedirme de ella, no se que paso con su cuerpo, solo espero que este bien allí donde ahora esté.

Con la mirada fija en la luna una lágrima resbala por mi mejilla. La hecho tanto de menos. Nunca me cayó del todo bien Stephen, pero no pensaba que podía ser una persona tan mala, tan horrible. Nunca creí que podría matar a mi madre sin sentirse ni tan siquiera un poco culpable y arrepentido. Tenía totalmente podrido el exterior, y lo que más me atormenta es saber que mi madre si que estaba de verdad enamorada de él. 

Cuando matas a alguien a quien conoces ¿No te entra ni un poco de arrendamiento? Aunque fuese mala y te hiciera cosas horribles. No puedo creer que Stephan fuera tan malo, ella estaba enamorada de él y él la mato sin ningún problema, sin una pizca de arrepentimiento. Aunque yo no soy quien para pensar eso... Ya que no siento ningún tipo de arrepentimiento por haberlo matado a él. Me arrebato a mi madre sin ningún pudor, y yo le quite la vida. 

Me sobresalto cuando siento una mano en la cintura, que hace que salga de mis pensamientos, aunque enseguida me siento tranquila. No he notado que se ha despertado y ha llegado hasta mí.

Niall me atrae hacia él y apoyo me cabeza en su pecho. Todavía mirando al cielo. Él me acaricia la cintura mandando corrientes eléctricas por todo mi cuerpo.

-¿No puedes dormir? -susurra tan cerca de mi oreja que sus labios casi la rozan.

Niego suavemente con la cabeza. Aparta el pelo delicadamente dejando acceso a mi cuello y noto como baja la cabeza y empieza a repartir besos por toda esa zona. 

VALIENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora