CAPÍTULO 13

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Metallica~ Nothing else matters.

CORREGIDO.

Han pasado dos semanas desde el juicio. Los humanos a los que salve están completamente a salvo, se han sabido esconder bien. Y ahora, dos semanas después, el rey no le da importancia, para él solo son diez mundanos estúpidos. 

Dijo eso por televisión y juro que me entraron ganas de ir hasta él, y matarlo. No me puedo creer que para el una o diez vidas de mundanos no signifiquen nada. Absolutamente nada. Pero que esperar de él, si matarlos no significaba nada. Los buscaron durante toda una semana, pero ahora están completamente olvidados, son diez humanos que se salvaron de la política que tenemos. 

En el instituto el ambiente estuvo tenso después del fracaso de juicio, nadie esperaba que ocurriese así, y después de que el veredicto final del rey fuera matarlos, nadie se esperaba que acabaran vivos, pero ahora está todo más tranquilo.

Lo único que me tiene completamente histérica es Niall. Noto su mirada clavándose en mi cada vez que estamos cerca. Justo como lo hace ahora. Es como si quisiera descifrarme, y me hace sentir algo incómoda algunas veces, pero opto por ignorarlo todo el tiempo. Si no me temo que acabara con la poca cordura que me queda.

Parece que quiere saber todos y cada uno de mis secretos y pensamientos, cosa que es lo último que yo quiero que haga. Pensaba que le diría a alguien lo de mis ojos, pero no ha sido así, para mi sorpresa, aunque si lo mencionara nada más posiblemente lo tomarían por loco. Un príncipe con delirios no es lo que quiere un pueblo. Aunque también se supone que quiere un rey justo que vele por ellos, que es justo lo contrario que tienen aquí.

Aunque no solo se ha pasado mucho tiempo mirándome desde la distancia, ojalá solo hubiera sido eso, en estas dos semanas me ha preguntado unas cuantas veces sobre mis ojos, pero sigo negándose a contarle algo. Le respondo que tuvo que ser su imaginación o el reflejo de la luz, o lo que se me ocurra en ese mismo momento. Creo que he cambiado ya varias veces la versión, pero me da igual. Solo le doy largas para que me deje en paz. Y para mi desgracia él cada vez insiste más. 

Intento concentrarme en la clase de Matemáticas pero una mirada clavada en mi espalda hace que me ponga nerviosa. Me gustaría levantarme, ir hacia él y decirle: "¿Se puede sabe que mierda quieres? ¿O es que tengo monos en la espalda?" Y luego de eso el -apuesto mi cabeza- a que me insistiría en cómo hice lo del juicio y porque tengo los ojos morados. Estamos en este bucle desde hace ya unos días.

Siento como su mirada abrasa mi nuca. Me voy a volver pero una voz me interrumpe.

-Señorita Delia, ¿Podrías resolver el ejercicio de la pizarra?

El profesor está sentado en su silla, tiene un bolígrafo rojo en la mano y va apuntado cosas en su agenda de profesor. Notas.

Salgo con algo de miedo, pero no lo demuestro. No se me dan mal las matemáticas, aunque las odie, pero como me ponga nerviosa no te digo ni la tabla de multiplicar del dos. 

Yo me levanto de mi asiento y llego hasta la pizarra. Cojo una tiza y voy resolviendo el ejercicio. Me olvidó de la mirada penetrante de Niall y de todos los demás que están en la clase.

Cuando terminó dejo la tiza y me corro a la derecha para que el profesor la pueda ver y corregir.

Veo que Niall es el único que me mira a mi, los demás miran atentamente el ejercicio.

-Muy bien, señorita Delia. Siéntate de nuevo.

Me dirijo de nuevo a la silla y me siento.

Al terminar la clase recojo a toda prisa lo que he utilizado y me dirijo a la puerta. Esquivando a Niall, como hago siempre.

VALIENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora