Blur~ Song 2.
CORREGIDO.
Lydia le pide al taxi, en el que vamos montadas, que pare y cuando le pagamos nos bajamos.
El taxi arranca y se aleja deprisa.
-¿Donde son las peleas?
-A cinco calles. -dice tranquila.
-¿¡Qué!? ¿¡Cinco calles!? ¿¡En tacones?! -grito.
-¿Que esperabas? ¿Le digo al taxi que nos deje en las peleas? Para que ya de camino llame a la policía.
Y ha oscurecido completamente, y las calles están oscuras y solitarias. Lydia está muy emocionada, estas peleas le encantan y está deseando llegar. Yo voy al lado suya con los brazos colgando a cada lado de mi cuerpo.
-Vamos. O nunca llegaremos. -le digo para que acelere el paso.
Aun nos quedan dos calles por andar, y no se escucha ningún tipo de ruido, espero que sepa bien donde vamos y no estemos en medio de la nada, que es de lo que me da sensación a mí.
Ella asegura que vamos por el camino correcto y yo decido hacerle caso.
Cuando llegamos a donde ella dice que son las peleas no me duelen nada los pies. ¿Por qué? Fácil. Me quite los tacones y me puse unos calcetines viejos que siempre llevo en el bolso para alguna emergencia.
Con ocho años se me partieron unos calcetines en el colegio y desde ese momento llevo unos en el bolso, de las mejores decisiones que he tomado en mi vida, unos calcetines pueden ser muy útiles cuando menos te los esperas.
Me quitó los calcetines, completamente sucios. Me pongo de nuevo los tacones y tiro los calcetines a una papelera cercana, ya no sirven de nada.
Lydia me miró rara cuando me puse los calcetines, pero admite que he sido lista y que le van doler más los pies que a mí. Seguramente.
Entramos en un gran edificio, que por fuera parece estar abandonado. Hay dos hombres, vestidos completamente de negro y de unos cuarenta años en la puerta. Están rapados completamente y parecen no tener ninguna expresión en la cara. No hacen muchas preguntas y nos dejan pasar.
Al entrar veo que por dentro es todo lo contrario a lo que es fuera.
La música suena a todo volumen por todo el lugar, y la canción que suena ahora no la reconozco. Hay gente por todos lados. Bailando, otras restregándose con alguien, algunas bebiendo y creo que he visto a dos vomitando.
Todo huele a alcohol, cigarrillos y sudor. No es el olor más agradable y me siento como un pez fuera del agua. Lydia a mi lado tiene una sonrisa grabada en el rostro y ya ha empezada a saltar e intentar cantar la canción que suena.
-¿Vamos por una bebida? -me grita Lydia por encima de la música.
Asiento en respuesta.
Ella empieza a andar y yo la sigo. Esquivamos los cuerpos de las personas a nuestra alrededor hasta que llegamos a una barra improvisada donde dos chicos de unos veintipocos años sirven las bebidas.
Hay todo tipo de alcohol y bebidas, y uno de los chicos se acerca a nosotras cuando nos ve.
-¿Qué os sirvo señoritas? -nos pregunta uno de ellos.
-Dos... -pide Lydia. No sé qué pide ya que no logro escucharla bien.
El chico asiente y en menos de un minuto ya nos ha puesto dos vasos rellenos de algo frente a nosotros. Lydia le agradece, paga y se dirige hacia el ring que hay justo en medio de esto. Yo tomo mi bebida de la barra, y con una sonrisa me sigo a Lydia. Con algo de bebida la noche será mejor.
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VALIENTE
LobisomemSAGA "ELLA 1" La sociedad está dividida en hombres lobos y humanos. Los hombres lobos son los privilegiados y los humanos los despreciados. Son pocos los humanos que viven y estudian con hombres lobos. Y yo tuve esa suerte o esa desgracia, según co...