CAPÍTULO 21

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Skillet~ Hero.

CORREGIDO.


Termino por ponerme algo de máscara de pestañas y termino de arreglarme. Son las siete menos cinco, Niall tiene que estar a punto de llegar a recogerme.

Estoy algo nerviosa, no por el hecho de que el príncipe de los licántropos este a punto de llegar, más bien porque siento que esto va algo rápido. Hace pocos días no quería ni verlo, ni siquiera me caía bien, y ahora estoy a punto de salir con él.

No se bien si estoy haciendo lo correcto, si hago bien en salir con él. Pero me llama la atención, quiero conocerlo, saber como piensa y sus opiniones, saber en que se parece a su padre y en que son completamente distintos. Estoy muy confusa, y no se que esperar de él.

Siento que estoy firmando un tratado de paz entre nosotros, y que mi parte se tiene que aguantar con lo que le toque y la parte de Niall acabará con nosotros. 

No puedo olvidar quien es él, que es él y donde se ha criado. Se ha criado como el príncipe licántropo que es, bajo los pensamientos y ordenes de su padre, la persona que creo que odia más a mi especie, los humanos.

Estoy firmando una tregua, en la que salgo perdiendo, con el enemigo. Tengo el corazón encogido y en mi cabeza no paran de entrar cosas que no quieren salir. Si sigo así me volveré completamente loca. 

Camino por la habitación y me paro frente al espejo. Me he vestido con unos vaqueros negros rasgados, una camiseta estrecha con el logo de un grupo antiguo de rock, la chaqueta de cuero y mis botas militares negras.

No voy muy arreglada, voy como siempre me visto, excepto para ir al instituto, que voy en uniforme y llevo todo mi pelo recogido en una cola de caballo en lo alto de mi cabeza dejando algunos mechones en mi cara. Aunque hoy llevo algo de más de maquillaje en la cara, resaltando mis rasgos.

Me he pintado en tonos grises, delineador, máscara de pestañas y pintalabios rojo sangre. Llevo puesta las lentillas café, ocultando mi verdadero color de ojos, un morado intenso, y encima unas gafas de sol, todavía hace algo de sol fuera. 

Observo detenidamente mi reflejo en el espejo. No me veo nada mal, y una pequeña sonrisa se planta en mi cara.

Suena el timbre, y yo aparto la mirada de mi reflejo. Tomo dos grandes respiraciones antes de salir del cuarto y bajo las escaleras hasta llegar a la puerta principal.

Gracias a Dios mi madre tuvo que irse una hora antes al trabajo, sino ahora mismo estaría aquí. Cojo las llaves, mi móvil y un bolso negro pequeño, pero que me gusta bastante. 

Miro mi reflejo en el espejo del baño, asegurándome de que todo esta bien en mí y me decido a abrir.

Abro la puerta y allí está él. Niall dios griego creo que lo voy a llamarle así a partir de ahora. 

Lleva unos vaqueros negros rasgados algo anchos, a él le quedan de maravilla, una camiseta negra estrecha con el cuello en forma de V y de manga larga con un logo que no reconozco. Se le marcan todos los músculos y unas botas militares negras.

Está demasiado guapo, pero no le digo nada en el tiempo en el que los dos nos analizamos fijamente con la mirada. Él tiene aspecto de típico chico malo en la pose que está ahora mismo mientras me mira.

Veo como él también me analiza, y como se tarda unos segundos más en mis labios. A lo que yo no puedo evitar mirar también los suyos. Pero debo parar, y aparto la mirada de esa parte de su cuerpo. Aunque yo también lo analizo, hasta que corto el silencio.

VALIENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora