Mi extraña maldición

Capítulo 19: El rey y la sirena

¡AZARIEL! – mi hermano alzó la vista hacia mí y sonrió. Corrí a él y lo abracé. Él estaba de rodillas en la arena y estaba tapado con una de las chaquetas de los guardias, como cuando me encontraron a mí. - ¡Hermano! ¿Qué haces aquí?

Greta, no sabes lo que te echamos de menos en el reino. Nos haces mucha falta. – ambos sollozamos. Mi hermano, no sabéis cuanto lo había echado de menos. Ellos eran mi vida. Admite que Maximus también es tú vida, que si algo le pasase no te lo perdonarías.

Sí. Pero a diferencia de ellos, Maximus es mi vida entera.

Greta... -oí una voz a mi espalda y me separé levemente de Azariel para observar a Maximus. – Llevémosle al interior del palacio.

¿Quién es este, Greta? – mi hermano frunció el ceño.

Él es Maximus, Azariel, el rey. El me ha ayudado durante todo este tiempo. -Max se acercó a él y lo ayudó a ponerse de pie con ayuda de otros guardias. Al observar a Keisha parecía sorprendida al ver a mi hermano, me miro y corrió a abrazarme.

Una vez dentro, se encargaron de vestirlo. Como conmigo.

¿Por qué debo de llevar esto? – se movió incómodo. – Tú pareces otra. – sonreí mirándolo y me acerqué a él para abrazarlo, por lo que este me correspondió.

¿Y tú cola? ¿Y los chicos? ¿Cómo esta Malia? ¿Cómo esta Kai? ¿Arthur? ¿Uma? ¿Clary? – dije preocupada al ver su rostro. - ¿Las sirenas? ¿Cómo están Azariel?

No muy bien, Greta. Le hace falta a su reina. Pero ahora Aqua a todo el que no siga sus ordenes lo mata, destierra o... -señaló sus aletas. – Le arranca un parte de él. – sentí mis lágrimas caer y sollocé. – Ey, escúchame. No te preocupes, encontraremos una manera.

La culpa es mía, Greta. – Maximus entró con su hermana. – Debí dejarte ir antes.

Gracias por cuidarla. – Azariel se acercó y extendió su mano hacia él. Maximus frunció el ceño.

Es un saludo de agradecimiento. Mis hermanos son expertos en saludos, sino se lo correspondes es una ofensa. – Maximus me miró y le tendió la mano a Azariel, el cual se la estrechó.

Guau, vaya fuerza. – se quejó Maximus divertido.

Perdón, no controlo aún en el mundo de los humanos. – ambos reímos y luego Azariel clavó su mirada en Keisha que parecía tímida detrás de Max. - ¿Y usted es? – Azariel caminó alrededor de Max para acercarse a ella.

Keisha. – dijo rápida y sonrojada.

Bonito nombre. ¿Qué significa? – dijo mirándola mientras sonreía.

Canela. Por el color de mi pelo, se puede notar. – dijo.

Curioso. – dijo Azariel.

¿Y el suyo? Nunca lo había oído. – ella se acercó con más confianza. Sonreí mirándolos y Max se colocó a mi lado para mirarlos.

Se llevan bien...- me susurró en el oído.

Bueno, se dice que el que lleva este nombre, domina los mares. – ella sonrió.

Interesante. ¿Tú dominas los mares? – él rió.

Prefiero decir que los cuido. – ambos rieron.

Mire a Maximus. – No te preocupes, nos iremos cuanto antes de palacio para no molestarlos. – tomó mi mano y salió conmigo de aquella habitación dejándolos solos.