Novios por accidente...

Mi apellido.

Henry lo dijo con un tono aterrador.
Henry: - No creo que sea buena idea.
Julia: - No me interesa, el gato es mío.
Henry: - Así que tú serás la responsable de llevarlo al veterinario, bañarlo, cortar sus uñas, peinarlo, alimentarlo y darle amor, no sabía que fueras tan responsable.
Julia: - Está bien, no será mío, será de ambos.
Henry: - ¿En qué momento dije que lo quería?
Julia: - Ayúdame.
Henry: - Está bien, pero espero que no sea muy sucio.
Decepcionado Henry, tomó los ingredientes y él mismo preparó la comida que Julia iba a hacer hasta encontrar al gatito.
Henry: - ¿Qué nombre tendrá?
Julia: - Es blanco, tal vez, algo relacionado con eso... ¿Copito?
Henry: - Es muy cliché.
Julia: - Entonces decide tú, también debes aportar ideas.
Henry: - Tranquila, está bien. Se llamará Copito... Copito Brown.
Julia: - ¿Por qué tu apellido?
Henry: - Se supone que soy el padre.
Julia: - ¿Y eso qué importa?
Henry: - Está bien, tendrá el apellido de ambos, Copito Brown Smith. Pero te lo recuerdo, trataré de no tomarle cariño.
Henry le teme a las relaciones de pequeño, su miedo a estar solo lo asusta, por eso nunca ha tenido mascotas.
Pronto como la cena estaba lista, Julia y Henry se sentaron a comer.
Ambos creían que después de esa larga charla, su relación sería más seria, tal vez más amistosa, pero todo seguía igual, callado, aunque la confianza habitaba.
Al acabar la cena, comenzaron a hablar.
Henry: - Mañana también es mi día libre. ¿Quieres ir al cine?
Julia abrió sus ojos sorprendida.
Julia: - Seguro.
Henry: - ¿Prefieres la tarde o la noche?
Julia: - La noche.
Henry: - Está bien, entonces podremos pasar la tarde en algún otro sitio.
Henry había sido demasiado bueno, incluso no era así con sus amigos, Julia se emocionó demasiado, pero creyó que tal vez se trataba solo de una amistad... o tal vez por ahora.
Ambos se prometieron algo a si mismos, no ilusionarse