Novios por accidente...

¿Y tú?

Julia sintió intriga de repente, y no quería seguir con la duda, así que preguntó.
Julia: - ¿Qué tipo de chicas te gusta?
Henry: - ¿Perdón?
Julia: - No físicamente.
Henry: - Ah, claro, dime tú primero.
Julia: - Está bien, nunca me gustaron los chicos extremadamente tiernos, ni insistentes, me gustan un poco más maduros que yo.
Henry: - ¿Maduros?
Julia: - No suelo ser muy expresiva con la gente, pero me gusta serlo, si un chico es tierno, me siento incómoda, como si yo no pudiera mostrar mi afecto. Por eso suelen gustarme los chicos que son un poco más serios que yo. ¿Entiendes?
Henry: - Supongo.
Julia: - Te toca.
Henry: - A mí tampoco me gusta que sean muy tiernas, me gusta que solo sea lo necesario, que no me busquen por todos lados o que me persigan, me gusta el espacio personal y la privacidad de vez en cuando.
Julia: - Exacto, privacidad, respeto.
Ambos se callaron al darse cuenta que pensaban lo mismo, al ver la hora, se dieron cuenta de lo tarde que era, así que dejaron la película en pausa y siguieron con la biografía.
Henry trajo una nueva caja desde su cuarto llena de fotos.
Julia eligió un par de ellas y comenzó a redactarlas según lo que Henry le decía acerca de ellas.
Henry: - Que estupidez.
Julia: - ¿Qué sucede?
Henry: - Estas fotos, son iguales.
Julia: - No lo son, en esta se ve tu perfil y en esta estás dando la espalda completamente, no son iguales, solo parecidas.
Henry: - Pero son del mismo día y en el mismo lugar, no podrás redactarlas distinto. Puedes usar ese espacio para otra foto. Oye, piénsalo.
Julia: - Pero quiero usarlas.
Henry: - ¿Enserio? ¿Tan terca eres?
Julia: - No lo soy, solo te demuestro que no son iguales.
Henry: - Trato de ayudarte. ¿Harás un berrinche, caprichosa? Usa otra.
Julia se levantó y caminó hacia la cocina mientras insultaba con lujo de detalles a Henry entre susurros, él estaba en el sofá riendo a carcajadas