Novios por accidente...

El no tan arrogante.

Esa mañana, Julia despertó más temprano, quería revisar toda su biografía para poder entregarla en perfecto estado, así que salió de su habitación.
Henry seguía allí, dormido, en el sofá.
Trató de ignorarlo, era capaz de quedarse a su lado horas, solo apreciando su rostro.
Luego de arreglarse, Julia, le escribió una nota a Henry:
"Voy a presentar la biografía. Deséame suerte. Descansa, esta noche saldremos a algún lugar como agradecimiento, nos vemos.
Julia."
La dejó sobre la mesa y se permitió a sí misma verlo y apreciarlo un rato más.
En ese momento, cuando lo vió, se dió cuenta de que era el momento, iba a confesarle sus sentimientos, verlo así, le hizo notar algo:
Julia: - El arrogante no tan arrogante.
¿Cómo era posible atravesar esa montaña rusa de emociones en apenas meses?
Un simple accidente, un simple fallo en los archivos del edificio, unió dos personas completamente distintas.
¿Por qué se enojaban el uno con el otro pero aún así deseaban volver a reconciliarse?
¿Por qué era tan difícil reconocer lo que sentían?
¿Por qué se gustaban tanto?
Luego de pensar y pensar, Julia se fue.
Al poco tiempo, sonó la alarma de Henry.
Despertó en el sofá, con una almohada, pero no las piernas de Julia, sino una verdadera almohada.
Vió la nota y la leyó con una sonrisa.
Julia llegó a la escuela donde se encontró con Harold.
Harold: - ¿Tienes el trabajo?
Julia: - Sí. Oye. ¿Me das un consejo?
Harold: - Estás hablando con el rey de los consejos.
Julia: - No es broma.
Harold: - Vamos, solo dilo.
Julia: - Creo que me gusta alguien.
Harold: - Lo sé.
Julia: - ¿Cómo le digo a ese "alguien" que me gusta?
Harold: - Ese "alguien" es Henry. ¿Cierto?
Julia: - N-no. Es... un amigo.
Harold: - Necesitas clases de actuación.
Julia: - Es solo que...
Harold: - Oye, yo te dije con quién estaba saliendo, ¿no confías en mí?
Julia: - Está bien. ¿Me ayudarás o no?
Harold: - Ven, hablemos aquí