Julia: - ¿A qué te refieres con eso?
Henry: - Cuando eso ocurrió, cambié. Fue lo que pasó con Viv...
Julia: - ¿Por qué no sigues?
Henry: - No importa.
Henry secó sus ojos llorosos con sus mangas rápidamente.
Julia: - Sí que importa. Sigue.
Henry: - No quiero.
Julia: - ¿Acaso eres un bebé? ¿Quién es Viv?
Henry: - Vivian.
Julia: - ¿Una mujer? Los chicos me había dicho que yo era la primera chica a la que invitaste a salir.
Henry: - ¿Enserio? Malditos.
Julia: - No los culpes. Pero tampoco cambies de tema. ¿Quién es Vivian? Quiero saberlo, dilo.
Henry: - Ya que insistes. Apenas conocía a los chicos, ella era mi compañera de salón.
Julia: - ¿Sólo eso?
Henry: - Sí.
Julia: - ¿Tú crees que soy idiota?
Henry: - Sí.
Julia: - ¿Acaso pensaste que creería eso?
Henry: - Sí.
Julia: - ¿Fue la primera excusa que se te ocurrió?
Henry: - Sí.
Julia lanza su segundo suspiro largo y profundo del día.
Julia: - Tranquilo, lo averiguaré yo misma.
Henry: - Está bien.
Henry se puso de pie.
Julia: - Oye... Gracias por confiar en mí.
Julia corrió a su cuarto rápidamente luego de decir eso, y allí, no paraba de pensar, recordó la razón por la cual estaban peleando y también lo que Henry había dicho, pero aún así le interesaba más saber quién era esa tal Vivian.
Julia lanzó el tercer largo y profundo suspiro.
Esa noche nadie salió de su cuarto, ambos permanecieron adentro, preguntándose qué haría el otro.
Por la mañana, Julia estaba emocionada por ir a la universidad con Harold y preguntarle acerca de Vivian, tanta fue su emoción que no se dió cuenta de que Henry había preparado el desayuno.
Julia atravesó la sala tan rápido que Copito saltó del susto.
Abrió la puerta y la cerró tan fuerte que el golpe se oyó en todos los departamentos.
Henry se quedó observando fijamente la puerta tratando de entender que había pasado, pero pronto recordó que Julia era alguien que no dejaba de sorprender nunca.
Julia, ya afuera del departamento, golpeó la puerta con la mayor intensidad posible y de allí salió Harold con una enorme y perfecta sonrisa.
Comenzaron a caminar, Julia no dejaba de hablar, tratando de conseguir lo que quería.
Aunque la curiosidad no pudo aguantarlo.
Julia: - Oye Harold.
Harold: - ¿Qué se le ofrece señorita?
Julia: - Escuché acerca de una tal Vivian... ¿Quién es?
Harold: - Fue la primer novia de Henry. ¿Por qué lo preguntas?
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Novios por accidente...
RandomDos desconocidos en el mismo apartamento. Este es el caso de Julia, alegre y dulce, con su nuevo compañero, Henry, alguien de pocas palabras. ¿Se llevarán bien? ¿Florecerá una historia de amor? Descúbrelo por tu cuenta, no vas a arrepentirte.